El Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) continuará dirigido por el Comité Ejecutivo.
Así lo adelantó la directora ejecutiva del CNA, Gabriela Castellanos, en entrevista concedida a EL HERALDO.
El Comité Ejecutivo está integrado por el sacerdote Carlos Rubio, en representación de la Iglesia Católica; el pastor Alberto Solórzano, de la Confraternidad Evangélica; y el representante de Federación de Organizaciones Privadas de Desarrollo de Honduras (Foprideh), Arnaldo Bueso.
Estos tres organismos forman parte de la asamblea del CNA, conformada por 12 organizaciones de la sociedad civil.
Dicho Comité Ejecutivo inició su gestión en octubre de 2013 y finaliza los seis meses por el que fue nombrado por la asamblea el 31 de este mes.
“Quedará a disponibilidad de la asamblea si este Comité sigue, nosotros podemos adelantar un poco que sí seguirá tal vez por seis meses o ya por un año”, afirmó Castellanos.
Refirió que en la última asamblea extraordinaria se trató el tema. “Hay una revisión, bastante certeza de la asamblea general que propone que el Comité siga”, dijo. “Lo único que resta definir es si será por seis meses o un año”.
El Comité Ejecutivo emprendió una labor para rescatar al CNA, para volverlo más beligerante en la transparencia.
“Hay un trabajo serio para darle respuestas a la ciudadanía”, manifestó la directora.
Logros
Castellanos destacó los logros alcanzados por este Comité Ejecutivo en la corta gestión.
Entre ellos, dijo tener listo el borrador de modificaciones a la Ley del CNA, elaborado por un grupo de abogados.
Asimismo, destaca el consenso para desaparecer la figura del coordinador.
Anunció que la dirección del CNA estará a cargo de la asamblea delegando la autoridad al Comité Ejecutivo que estará sobre la dirección ejecutiva, tal como funciona en la actualidad.
La reforma propone que la gestión del Comité sea por dos años. El Comité estará conformado por un presidente, un secretario y un fiscal.
Las reformas legales deberán ser avaladas por la asamblea para su posterior aprobación en el Legislativo.
Irregularidades
Refirió que encontraron bastantes irregularidades en la pasada gestión. “Fuimos limpiando la casa a lo interno, que fue un trabajo que nos llevó alrededor de dos a tres meses”, expresó.
Sin profundizar en detalles refirió que el CNA estaba politizado, perdiendo espacios en cumplir funciones para el cual fue creado.
“Fueron años bastante difíciles, pesados, mucho personal se acomodó, se dieron hasta denuncias a lo interno del personal”, expresó.
Precisamente, los que fueron denunciados por acoso sexual y laboral fueron separados. Por lo anterior, afirma que se está limpiando la cara del CNA.
Expuso que la limpieza implicó cancelar al 95 por ciento del personal, contratando nuevos empleados bajo un proceso de evaluación y sin injerencia de políticos.
Al asumir la actual administración se encontró con 20 personas, ahora laboran 18.
Igualmente, se nombró a Castellanos en la dirección ejecutiva del organismo.
Investigación
El CNA asumió su rol de vigilar la transparencia en la administración pública.
Por consiguiente, valoró la creación de la Unidad de Análisis, Investigación y Seguimiento de Casos.
“Esta Unidad es sumamente importante, es la columna vertebral del CNA”, dijo.
Anteriormente, alguien presentaba una denuncia ante el CNA, quien la revisaba, y posteriormente la trasladaba al Ministerio Público.
“Vimos que esa mecánica no funcionaba mucho”, expresó.
Con la nueva unidad existe un equipo de analistas e investigadores que tratan las denuncias.
Además, informó de la estructuración de la Unidad de Auditoría Social, que enfocará temas como el de gobierno abierto que consiste en pedir rendición de cuentas.
Entre ellas sustentan investigaciones de actos de corrupción en diferentes instituciones, entre ellas el Instituto Hondureño de Seguridad Social.
Asimismo, la actual gestión busca transparentar la gestión del CNA actualizando su portal de Internet.
Remarcó que existe un compromiso del organismo en apoyar a instituciones como el MP y Procuraduría General, entre otras, a quienes pidieron suscribir un convenio de cooperación.
Además, la actual gestión pretende elevar el perfil del fortalecimiento institucional.
De manera gradual se pretende que el gobierno no financie al organismo, sino que el presupuesto para su operación provenga de la cooperación internacional.
