Lo ideal es que el presidente Porfirio Lobo Sosa engavete -para bien del país- la Ley de Promoción del Desarrollo y Reconversión de la Deuda Pública (“ley hipoteca”) y que se abstenga de darle un tinte político, según algunos candidatos presidenciales entrevistados por EL HERALDO.
El gobernante reveló que no sancionará ni vetará la polémica ley para no afectar los intereses políticos de ningún candidato, en clara alusión a Juan Orlando Hernández, del oficialismo.
“Yo no voy a meter a mi partido o al candidato en un problema político antes de las elecciones, de ninguna manera”, afirmó textualmente.
La decisión de engavetar, por lo menos por ahora, la cuestionada ley es un signo positivo porque beneficia al país, a criterio del candidato presidencial del Partido Innovación y Unidad (Pinu), Jorge Aguilar Paredes.
“La vemos positivamente en el sentido de que la presión nuestra como partido y de otros sectores le ha alertado al señor Presidente que este no es el camino a seguir para el país”, expresó.
“Esta ley tiene muchas implicaciones que viene prácticamente a hipotecar el país”, añadió.
Si la ley fuera sana, bien intencionada, Lobo Sosa ya la hubiera sancionado, pero como sabe que es dañina para el país y vulnera los intereses políticos de Hernández, se abstiene de darle trámite legal.
“Si fuese una ley sana inmediatamente la sancionaría porque eso beneficiaría al candidato. El hecho es que la ley tiene sus debilidades y sus fallas, inclusive vicios de inconstitucionalidad”, apuntó Aguilar.
Lamentó que sean “razones políticas” las que motiven a Lobo Sosa a no sancionar la ley.
El gobernante debería de estar convencido “de las debilidades”.
“Afortunadamente estamos en la campaña política que ha permitido ponerle un freno a esta ley”, dijo el candidato del Pinu.
Entre tanto, el candidato del partido Alianza, Romeo Vásquez, pidió al mandatario impulsar una verdadera concertación sobre este tema “sobre todo porque estamos por finalizar este gobierno y cualquier ley que se aplique, o medida que se tome, normalmente da lugar a las malas interpretaciones”.
“No debemos apresurarnos a hipotecar los bienes del Estado, hay que recordar que no podemos gastarnos en el presente todos los recursos que también van a servir para las futuras generaciones, hay que tener cuidado en todo eso”, expresó el general retirado.
La Ley hipoteca pretende vender los recursos ociosos del Estado y con el dinero que genera amortizar la elevada deuda interna que tiene el país.
La ley ha creado mucha polémica, varios sectores han dicho que lesiona los intereses del país y podría haber en el fondo un acto de corrupción.
Orle Solís, de la Democracia Cristiana, defendió la ley y pidió al presidente Lobo no pensarlo dos veces para sancionarla.