El legislador demócrata Joe García dijo este martes esperar que el Congreso estadounidense apruebe los 2,000 millones de dólares que el presidente Barack Obama solicitó para enfrentar la oleada de niños indocumentados en la frontera, pero rechazó que sean deportados.
'Le vamos a dar el dinero al presidente. Él pidió 2,000 millones de dólares para eso. Vamos a dárselos, si los republicanos dejan que eso ocurra', dijo García en rueda de prensa en Miami, Florida (sureste de EEUU).
'Pero yo pienso que la solución no es coger a estos niños y tirarlos de vuelta' a sus países de origen, agobiados por la violencia, dijo el congresista demócrata por Florida junto a representantes de organizaciones de defensa de los inmigrantes en el estado.
Desde octubre pasado han sido detenidos en la frontera con México 52,000 menores de edad que viajaban sin compañía de un adulto, provenientes sobre todo de Honduras, Guatemala y El Salvador. El número duplica las cifras del mismo período del año pasado.
Obama pidió el lunes los fondos al Congreso, que servirían para garantizar que los procesos de deportación se manejen humanamente y se proteja a quienes se considere refugiados.
García recordó que en Estados Unidos existe un programa de asilo temporal, conocido como TPS, que actualmente beneficia a ciudadanos de El Salvador, Honduras, Nicaragua, Haití o Somalia, como apoyo ante la devastación en esos países por fenómenos naturales o crisis humanitarias.
En esas oportunidades, 'hemos recibido a las personas y les hemos abierto un camino', dijo García.
Obama 'tiene amplia autoridad' para beneficiar a los niños con algún programa parecido, agregó el congresista, quien este martes partía a la ciudad fronteriza de Brownsville, Texas, para visitar centros que albergan a los jóvenes indocumentados.
Miami es una de las ciudades que ha recibido a parte de los niños inmigrantes tras el colapso de los albergues fronterizos.
Denia Zelaya, una hondureña de 31 años, afirmó en la rueda de prensa que una de sus hijas, de 16 años, junto a su nieta de 3, partieron de Honduras hacia Estados Unidos hace un mes, pero desde que llegaron a Texas no ha tenido más noticias de ellas.
'Lo que temo es que tal vez me las hayan deportado', dijo Zelaya, junto a su otra hija, Melanie de 12 años, quien llegó a través de la frontera hace tres meses.
'Tenía más miedo de estar donde estaba', explicó Melanie, al señalar que prefirió salir de Honduras pese a los riesgos que enfrentan los inmigrantes que van por tierra a Estados Unidos.
Legislador en contra de deportación de niños
El demócrata Joe García sostiene que el presidente Barack Obama 'tiene amplia autoridad' para beneficiar a los niños con algún programa parecido al TPS.
01.07.2014
Washington, Estados Unidos
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