La jefa del Buró Internacional de la Comisión Federal de Comunicaciones de EE UU (FCC), Mindel de la Torre, dijo el martes que en su país “la intervención en la decisión de programación de radiodifusores podría ser visto como usurpación de la libertad de expresión y de prensa”.
De la Torre ofreció una cátedra magistral a estudiantes y profesionales de periodismo en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), donde profundizó sobre la normativa que regula las telecomunicaciones en su país.
La visita de De la Torre coincide con la intención del gobierno hondureño de aprobar una nueva Ley de Telecomunicaciones, más conocida como “ley mordaza”. Varios sectores han denunciado que esta normativa va encaminada a censurar contenidos e incluso a cerrar los medios de comunicación que cuestionen al gobierno.
De la Torre se excusó de no responder preguntas sobre esa normativa que se impulsa en el actual gobierno.
Sin embargo, detalló que en Estados Unidos la primera enmienda de la Constitución “establece que el Congreso no aprobará ninguna ley que restrinja la libertad de expresión”.
Dijo además que “los tribunales han determinado lo que exactamente constituye expresión protegida y qué tipo de expresión o discurso no tiene derecho a la protección”.
En Honduras ya existe un sistema de regulación y castigo similar al de Estados Unidos.
En el país se castiga con cárcel el delito de difamación y calumnia, cometido por cualquier medio de comunicación, por lo que muchos consideran que el control de contenido lleva dedicatoria para censurar a los medios opositores al gobierno.
De la Torre explicó además que “la regulación de los contenidos en general por la FCC es limitada, no tenemos autorización para regular contenido de la prensa”. La funcionaria estadounidense enfatizó que “la primera enmienda también garantiza la libertad de expresión y de prensa y eso ofrece una protección significativa a las empresas de radios y de televisión, la FCC como agencia reguladora (tiene) prohibido impedir la difusión de cualquier punto de vista en la radiodifusión y televisión”.
Comentó además que “la Ley de Telecomunicación de EUA, con algunas excepciones, prohíbe censurar material de radiodifusores y hacer cualquier reglamento que pueda interferir en la radiodifusión”.
Sin embargo, aclaró que sí se verifica que los contenidos en la programación destinada a la población infantil en ese país sean los adecuados.
Aunque De la Torre prefirió no opinar sobre la ley en Honduras, la embajada acreditada en Tegucigalpa demandó recientemente, a través de un comunicado de prensa, a la cámara legislativa respetar las libertades de expresión y de prensa.
Mayra Falck, vicerrectora de Relaciones Internacionales de la UNAH, expresó satisfacción por la “enriquecedora” ponencia.
“Se habló, en la exposición, de la necesidad de que el control del mercado territorial tenga de alguna regulación para que el mercado pueda acceder a espacios de competencia con diversidad de información”, analizó.
Esto permitirá que “la población acceda a distintas formas de pensamiento y elementos importantes de la información”, resumió. Resaltó además que “se planteó un tema de equidad e inclusión, es decir, la necesidad de contar con diversidad de ofertas de las programaciones tanto en televisión como en radio”.
En ese sentido, “se plantea que existe la regulación que marca ciertas reglas básicas para el manejo de la información”.
Concluyó que “es trascendental reconocer que Honduras es un país joven, el 50 por ciento de la población está en 16 años para abajo, lo que implica que debe recibir información apropiada a sus edades”.