El proceso de negociación entre el gobierno de Honduras
y las organizaciones magisteriales
se mantiene estancado este jueves, luego de que los docentes se negaran a firmar un acuerdo para mantener abiertas las aulas de clase
que condicionaran las autoridades para continuar el diálogo.
La dirigencia magisterial se reunirá hoy con líderes obreros,
quienes fungen como mediadores en el proceso, acuerpado además por la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos y del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Los maestros se niegan a firmar el acuerdo propuesto por el Poder Ejecutivo
que los obligaría a extender el año escolar al 21 de diciembre
y a suspender las paralizaciones por el resto del año.
Argumentan que el gobierno de Honduras pretende dialogar
imponiéndoles una camisa de fuerza y violentar su derecho a la protesta.
Según el ministro de Educación, Marlon Escoto,
muchos de los dirigentes se niegan a firmar el acta de compromiso porque están en proceso de reelección
en las organizaciones que representan y además porque varios se postulan a cargos de elección popular
para las elecciones internas que se celebrarán en Honduras el 18 de noviembre.
El principal reclamo del magisterio es la deuda que sostiene la Secretaría de Educación
con al menos cinco mil educadores, en algunos casos por 12 o 18 meses.
Las autoridades educativas argumentan que la aplicación de deducciones por planilla que corresponden a los colegios magisteriales retrasan los pagos mensuales hasta por 5 días.
El incumplimiento de pago por parte del gobierno provoca constantes protestas por parte de los profesores. Según Educación, en promedio se registran más de 15 días de clase perdidos este año, siendo los más afectados los alumnos de educación media.
En algunos institutos de enseñanza pública los días de clase perdidos superan los 30.