La afluencia masiva de votantes a las urnas en las recientes elecciones primarias e internas generó un uso racional del material electoral y, consecuentemente, una disminución del material no utilizable en un 70 por ciento de las papeletas comparado con las elecciones de 2008.
En la consulta cívica de hace cuatro años, con la presencia de dos partidos políticos, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) mandó a elaborar 17.5 millones de papeletas electorales, aproximadamente.
Generalmente, el ente colegiado ordena la impresión de un 60 por ciento del padrón electoral tomando como base que alrededor de un millón de hondureños vive fuera del país y en las primarias no ejerce el sufragio por disposición legislativa (solo en las generales).
Hay otro porcentaje significativo que vive en el país y no acude a las urnas.
Para los comicios del pasado 18 de noviembre participaron tres partidos políticos que inscribieron catorce corrientes.
De estas tres fuerzas, dos (Nacional y Libre) eligieron a sus autoridades por la vía del voto directo, de manera que requirieron de una urna y de una papeleta adicionales.
Bajo este contexto, el TSE pidió el tiraje de 28.5 millones de papeletas electorales a razón de 2.5 millones por cada nivel electivo (presidencial, diputados, alcaldes y autoridades de partido). De un padrón de 5.1 millones, acudieron a las urnas 2.4 millones de hondureños (casi un millón más que en 2008) que utilizaron 26.4 millones de papeletas. Los partidos Nacional y Libre escogieron a sus autoridades, con la misma gente que llegó a votar.
Los nacionalistas eligieron a mil convencionales y a sus dirigentes de los comités departamentales y municipales, mientras que Libre a su subcoordinador general y a los coordinadores departamentales y municipales.
La presencia masiva de electores evitó que esta vez se derrochara material electoral.
Según los cálculos de EL HERALDO, tomando como base los resultados oficiales, de los 28.5 millones de papeletas fueron utilizadas 26.4 millones sobrando 2.10 millones que, comparados con los siete millones que no se utilizaron en 2008, representó una disminución del 70 por ciento del material no utilizable.Este material el TSE lo vende para reciclaje mientras que las urnas y las cabinas sirven para las elecciones generales.
