'Honduras ha puesto el crimen y la corrupción en el lugar de Dios', dijo esta mañana el cardenal Andrés Rodríguez durante la homilía dominical en la Catedral Metropolitana de Tegucigalpa.
El máximo jerarca de la Iglesia Católica de Honduras dedicó su mensaje a la celebración de la Santísima Trinidad, con un llamado a los feligreses a vivir en comunión.
'Dios es uno pero en tres personas, la cumbre de la revelación llega cuando el señor Jesús empieza y Él es que comienza a revelar a la Santísima Trinidad'.
Reflexionó que 'la gran riqueza de la revelación es que nosotros tenemos un Dios que es uno solo, pero en tres personas iguales y distintas'.
El prelado hondureño enfatizó en la importancia de comprender que 'hay un Dios del cielo y de la tierra que está encima de nosotros, que es nuestro origen y lo llamamos Padre, pero hay un Dios que está con nosotros y es compañero de camino y Él es el hijo, el señor Jesús; y un Dios que habita en nuestro interior con entusiasmo y con creatividad y ese es el Espíritu Santo'.
Creer en el misterio de la Santísima Trinidad 'es creer en la comunión del amor entre los seres humanos que otro mundo es posible, porque la comunión permite que el ser humano pueda crecer'.
Rodríguez exclamó que 'somos imagen de Dios y eso se realiza cuando amamos de verdad (…) la última realidad no es la nada, es el amor y la relación entre los seres humanos'.
En Honduras, 'muchos problemas no se resuelven porque actuamos solos, si actuamos con Dios sí lo podemos hacer', expresó.
'Decimos que creemos que un Dios todo Poderoso pero no lo dejamos actuar, tenemos lugares de nuestras vidas donde no lo dejamos entrar, estamos seguros que si nos abriésemos a su amor y a su todo poder, muchas cosas podrían cambiar en nuestras vidas'.
Honduras es el país más violento del mundo según la Organización de Naciones Unidas (ONU), con 90.4 homicidios por cada 100,000 habitantes.
