La alarma por la meningitis meningocócica provocó episodios de histeria colectiva entre los familiares de pacientes que eran atendidos en la Sala de Emergencia.
Y es que en esa misma sala había fallecido el joven Carlos Alfredo Méndez Cruz a causa de meningitis bacteriana.
Esta bacteria puede contaminar fácilmente a personas que estuvieron en contacto con el portador, en este caso, el joven Méndez Cruz.
La histeria se vivió cuando el personal médico informó que la bacteria es mortal y altamente contagiosa. Karla Zúniga, familiar de uno de los pacientes, lamentó que las autoridades hospitalarias no les explicaran la gravedad de lo ocurrido. “Nadie nos explicó en el momento qué era lo que pasaba, los médicos estaban sospechosos y hasta después nos explicaron que pudimos habernos contaminado”, declaró Zúniga.
Fue hasta unas dos horas después del fallecimiento que los médicos del centro hospitalario alertaron a las personas sobre la necesidad de usar mascarillas y aplicarse antibióticos.
El medicamento que recomendaron los galenos fue ciprofloxacina, esto con el fin de evitar que la bacteria afectara a las personas que estuvieron en contacto con el paciente portador de la bacteria o estuvieron en la misma sala donde fue atendido cuando aún estaba con vida.
Desinfectar
El departamento de Epidemiología giró la orden de desinfectar la Sala de Emergencia del hospital Escuela, debido a que ahí el joven fue entubado para suministrarle oxígeno.
Según los galenos, el proceso practicado a Méndez luego de presentar problemas respiratorios, pudo crear gases o aerosoles que habrían infectado el área de pacientes críticos. El cuerpo del joven fue trasladado a la morgue del hospital Escuela, a eso de las 10:00 de la mañana.
Dos horas más tarde, el cuerpo ya estaba siendo entregado a sus familiares.
El personal del la morgue roció en el ataúd un químico para evitar, supuestamente, que la bacteria se expanda. El cadáver fue colocado dentro de una bolsa plástica y se recomendó a los parientes no abrir el féretro para evitar un posible contagio por contacto.
Meningitis
La meningitis es una enfermedad que se caracteriza por inflamación del tejido que cubre el cerebro y la médula espinal, puede ser causada por infecciones por varios tipos de bacterias u hongos.
Los síntomas de la enfermedad pueden ser diferentes para cada persona. Los más comunes son: fiebre, dolor de cabeza severo, rigidez de cuello, dolor de ojos con luces brillantes, sueño o confusión, náusea y vómito.
En los infantes de un mes de nacido en adelante, los síntomas son más difíciles de identificar. Pueden incluir fiebre, inquietud o irritabilidad, dificultad para despertar o que el bebé no quiera comer.
La meningitis bacteriana provoca una discapacidad o la muerte si no es tratada rápidamente. El período de incubamiento va de seis a 10 días.
Las medidas adoptadas para el manejo del caso
Salud:
Según informaron las autoridades del centro hospitalario, el personal médico que atendió al joven
en el hospital de La Paz, el que lo trasladó al hospital Escuela y el que lo examinó permanece bajo vigilancia. Se tomaron medidas de precaución para evitar que las personas se infectaran en el proceso de atención. Las autoridades señalaron que este personal es el que corrió más riesgo, ya que tuvo contacto directo con el paciente.
Epidemiológico: Las autoridades de la Facultad de Medicina informaron que se estableció un cerco epidemiológico y de vigilancia en el hospital Escuela a fin de identificar si algún paciente que se encontraba en el sala de pacientes críticos pudo contraer la enfermedad, aunque, según señalaron, los riesgos no fueron altos para los pacientes de esa área, sino para el personal de Salud, por lo que manifestaron que la población no debe alarmarse.
Cuerpo:
El cadáver de Carlos Alberto Méndez Cruz tuvo un manejo diferente en la morgue del hospital Escuela. El cuerpo solo estuvo dos horas en la morgue de Medicina Forense.
La entrega se hizo en horas del mediodía.
El cuerpo fue depositado en bolsa, en un ataúd que previamente había sido rociado con un químico. A la familia se le pidió no abrir el féretro para evitar contacto y posibles contagios.