Los entes fiscalizadores y contralores del Estado definirían si existe responsabilidad por el fiestón en la Embajada de Honduras en Colombia.
La semana anterior, la Unidad Investigativa de EL HERALDO denunció en exclusiva cómo en la sede diplomática se realizó una fiesta en la noche del 20 de diciembre y amanecer del día siguiente a la que, entre otras personas, asistieron dos prostitutas.
La fiesta la organizó el hondureño Jorge Mendoza, quien residía en dicha embajada por ser amigo personal del embajador de Tegucigalpa en Bogotá, Carlos Humberto Rodríguez Andino. El escándalo en el interior de la Embajada de Honduras en Colombia le costó el puesto a Rodríguez Andino, quien no estaba en ese país, pero, pese a enterarse del incidente, no lo reportó a Cancillería.
“Mi misión diplomática se vio empeñada en algo lamentable. La valoración es penosa, complicada; la responsabilidad del caso cae sobre mi persona y lo acepto”, manifestó el hoy exdiplomático.
Precisamente la deducción de responsabilidades es una tarea aún por cumplir, por parte de las autoridades hondureñas.
El Ministerio Público (MP) espera que la Secretaría de Relaciones Exteriores le remita un informe de lo acontecido.
La directora de Fiscalías, Danelia Ferrera, se comunicó con la oficina de Relaciones Públicas del MP para informar qué papel jugará el ente acusador del Estado en este vergonzoso caso.
Ferrera explicó que en primera instancia cabe una sanción administrativa, que compete a Cancillería deducir, informó Marvin Cruz, portavoz del MP.
“La Cancillería puede remitir el informe para que el Ministerio Público pueda tomar acciones”, agregó Cruz. Dado que se trata de comisión de delitos, como robo de computadora y posible afectación de la seguridad nacional por el manejo irregular de la sede diplomática, Relaciones Exteriores podría pedir a la Fiscalía investigar este caso.
Ante ello, se espera que las autoridades de la Cancillería remitan al MP el informe que ellos elaboren, para conocer qué paso y así hacer valoraciones, indicó el vocero. Justificó que en primera instancia el MP ve que las consecuencias del escándalo se tipificarían como una posible falta administrativa dado que la computadora robada no pertenecía al Estado. En base al informe que elabore Cancillería se podrá conocer si existen o no indicios que ameriten deducir otro tipo de responsabilidad, como la penal.
En este caso se valoraría la existencia de delitos como la violación de secretos, ante la posible filtración de información confidencial. La Secretaría de Relaciones Exteriores conformó una comisión. Un inspector viajará a Colombia para constatar y documentar lo sucedido.
TSC también lo espera
En los mismos términos se pronunció el Tribunal Superior de Cuentas (TSC).
Se está a la espera que Cancillería envíe el informe que redacten sobre las conclusión de una investigación, informó a EL HERALDO una fuente del TSC.
Por ahora, el ente contralor no interviene con una auditoría al considerar que la responsabilidad administrativa la debe deducir Cancillería.
Si no lo hacen, las autoridades de Relaciones Exteriores estarían incurriendo en responsabilidad, posiblemente una violación a los deberes de los funcionarios, advirtió.
Relacionado al caso ,la Policía Nacional de Colombia dijo que de haber contado con la colaboración de funcionarios de la Embajada de Honduras en Colombia ya se habría resuelto el lío de dos prostitutas que, en una inusual fiesta en la sede diplomática, tuvieron sexo, defecaron y hurtaron computadoras.
“Si ellos hubieran colaborado o algo, créame que en este momento ya se hubiera conocido quiénes son las mujeres. Este caso es tan pendejo (tonto) que ya se hubiera podido esclarecer”, sostuvo en conversación telefónica con The Associated Press el coronel José Elías Baquero, comandante operativo de Seguridad Ciudadana de Bogotá.
Tras varias horas de rumba en el interior de la Embajada, la policía fue alertada de que la sede diplomática había sido robada por las dos mujeres.
“No tenemos idea (de las dos mujeres) porque ellos (los de la embajada) no hablaron con nosotros, no nos dieron ninguna pista”, agregó Baquero, quien precisó que el incidente se está tratando por la vía diplomática entre Colombia y Honduras.
“Como el señor (Jorge Mendoza, amigo del embajador) dijo que no colaboraba, que ellos no iban a poner denuncia, lo que nos dieron fue nada”, sostuvo el policía.
+ Crónica: escándalo en embajada de Honduras
EL HERALDO solicita respuestas a la Cancillería
EL HERALDO remitió ayer al canciller, Arturo Corrales, diez interrogantes que podrían ayudar a esclarecer qué fue lo que sucedió durante y después del escándalo sexual en la Embajada de Honduras en Colombia.
Las interrogantes fueron remitidas por escrito a través de la encargada de la Oficina de Comunicación institucional de la secretaria de Relaciones Exteriores, Conchita Montoya.
Entre las consultas se plantea ¿qué tipo de información contenía el ordenador de Stepahny Canahuati?, ¿por qué 15 días después del incidente no había ni siquiera reportes para el gobierno hondureño?, ¿quién fue la persona que le dijo a la Policía que el escándalo sería manejado internamente?, ¿cómo sabe el exembajador que no hubo más consecuencias del robo si no ha ido a Colombia?, entre otras.
Estas y otras interrogantes no han sido respondidas a la fecha ni por el secretario de Relaciones Exteriores ni por el propio exembajador Rodríguez, quien se ha negado a dialogar con EL HERALDO.