Ilama, Santa Bárbara, Honduras
“Nos echamos a uno”. Con esa frialdad y con su cuerpo manchado sede sangre, el primo de Anderson Gerardo López Cardona (11), asesinado en Ilama, Santa Bárbara, confesó lo que había hecho junto a otros dos.
Al pequeño Anderson, quien fue sepultado por sus victimarios en una de las aulas del antiguo edificio de la escuela Leónidas Rivera, lo llora todo un pueblo.
Unas horas después de haber encontrado sin vida al menor, la Policía Nacional capturó a tres personas, dos menores, entre ellos un primo de la víctima, y un joven identificado como Aziel Arafat Martínez Caballero (18).
Relato
La confesión de uno de los testigos que el Ministerio Público presentó como prueba indica que fue el primo de la víctima quien le propinó una herida con arma blanca en el cuello.
El testigo relató que la tarde del lunes él estaba en su casa y salió porque tenía que sacar unas fotocopias. “Iba por el parque y me encontré a Jaziel Arafat y me dijo que fuéramos a bajar unos mangos y nos fuimos. Luego me encuentro con el primo de Anderson y uno de sus amigos. El amigo del primo de Anderson tenía el pecho, la calzoneta y las piernas ensangrentadas y el primo del niño tenía el brazo izquierdo lleno de sangre”, confesó el testigo.
El declarante dijo que tras observar que los victimarios se limpiaban la sangre de sus ropas y manos les preguntó qué habían hecho, a lo que el primo de Anderson le respondió: “nos echamos uno. Les pregunté quién era, por qué lo habían hecho, si era de Ilama o les había hecho algo. El primo de Anderson me dijo: ¿Has visto el video de los Zetas? Así hicimos a ese, y me contó cómo Anderson le decía por qué lo asesinaban si no les había hecho nada para que lo mataran”, relató.
“Me ofrecieron cincuenta mil lempiras para que me callara, Jaziel y yo salimos del lugar (el viejo edificio de la escuela), quedándose los dos en el lugar y dijeron que iban a traer ropa para cambiarse, yo me fui para mi casa igual que Jaziel Arafat”, declaró el testigo ante el juez en la audiencia de prueba anticipada.
El fiscal preguntó en el interrogatorio al testigo qué observó cerca de los menores que presuntamente cometieron el crimen. “Un machete y una mochila. El primo de Anderson se estaba limpiando el brazo izquierdo porque tenía sangre. Observé en el suelo que había piedras y hojas que estaban tapando la tierra. Me dijeron que ahí tenían un cadáver. Pregunté cómo lo habían matado, me dijo el primo de Anderson que lo habían degollado como Los Zetas”, reiteró.
