Honduras

Es momento de replantearnos qué Honduras vamos a querer en 10 años

El jefe del departamento de Filosofía de la UNAH afirma que el Covid-19 debe provocar un cambio de actitud de 180 grados en el hondureño

28.03.2020

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El Covid-19 ha desnudado el frágil sistema de salud y estructura de sociedad que tiene Honduras, considera el filósofo y docente Mario Coto, jefe del Departamento de Filosofía de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).

En entrevista con EL HERALDO, el experto afirma que este podría ser el momento idóneo para un cambio en la forma en la que los ciudadanos y Gobierno desean construir la visión del país. Un cambio de hábitos diarios y mayor conciencia hacia nuestro entorno.

¿Cómo se debe preparar la sociedad ante este nuevo panorama creado por el Covid-19?
La sociedad hondureña no está preparada ante este nuevo panorama, un cambio en el modelo cibernético y sanitario mundial, ya que mostramos con este virus las falencias de nuestro sistema sanitario, la falta de buenas prácticas y hábitos en nuestra vida cotidiana.

Además, hay un desconocimiento del impacto que puede tener una pandemia, ya que hemos sido sobresaturados de información a nivel global y eso no nos permite discernir qué es correcto y qué no lo es.

De igual manera, cuando el Gobierno habla a través de las cadenas hay escepticismo, la gente no cree y eso es grave, si no hay confianza en las fuentes oficiales y al no decirse toda la verdad sobre lo que puede acontecer, esto trae además del temor, pánico, paranoia e histeria y nos lleva a no poder confiar o no poder creer que como Gobierno o como pueblo vamos a salir juntos. Cuando el ciudadano presidente todavía dice que viene lo peor es muy apocalíptico y eso nos baja bastante las esperanzas.

La sociedad se está readecuando a nivel económico, se viene un cambio a grandes ligas, incluso un cambio en las formas de trabajo. Este encierro nos está llevando a una nueva forma de establecer contactos, no me toques, no me beses, no me abraces y si eso lo podemos garantizar a través de un medio electrónico mejor, a través de las redes, de una visión virtual en donde se puedan establecer las relaciones laborales y humanas.

¿Cuál debe ser el rol de los gobiernos en este momento?
Primero decir la verdad, creo que jugamos al cálculo en caso de nuestro Gobierno, que solo toma decisiones para hoy, nunca superamos la inmediatez. Tenemos temor a decir la verdad...

La gente no se está cuidando, la gente anda en la calle contaminándose, estamos esperando que haya el primer muerto y la cadena que viene, para realmente tomar conciencia del peligro de no refugiarse en casa. La gente no obedece porque irrespeta al Gobierno, no cree en él. Si ya no le tememos a muerte, ¿a quién les podemos tener miedo? Este virus mata...

¿Cómo los Estados cambiarán con su gente?
Debemos ser más transparentes, informar, plantearnos qué tipo de calidad de vida le estamos dando a los ciudadanos... No podemos seguir improvisando. No tenemos la nariz a largo plazo, no tenemos claro qué Honduras queremos.

Vivimos del día a día, y ese es un problema grave que hay en el país, no asumimos con responsabilidad nuestros proyectos de vida, grupal, gremial, societal, esperamos que siempre la ayuda venga de afuera... Somos un pueblo sin esperanza, nos aferramos a Dios como un “dios bombero” que nos viene a resolver los problemas hasta que tenemos el agua en el cuello.

¿Cómo se van percibir las libertades de los ciudadanos de ahora en adelante?
Hoy el Covid-19 está llevando al Gobierno a tomar medidas serias, porque somos un pueblo bastante rebelde y no en el sentido de convicción política, somos un pueblo mal educado. Una ignorancia bestial es el problema que tiene el país... Vivimos encerrados con temor y eso es grave, con el Covid-19 el encierro es aún más.

Ahora el control también a través del internet, toda nuestra vida está en la red. Y ahí es donde creo que entra el papel ético de los medios de comunicación, en el papel de orientar a la opinión pública, sobre si lo que estamos haciendo nos hace mejores ciudadanos. En la actualidad somos presos de un sistema donde el humano no importa.

¿Cuál debería ser ahora la actitud del hondureño ante este nuevo panorama?
La actitud del hondureño tiene que dar un giro de 180 grados, primero el Covid-19 nos ha enseñado a que debemos cuidar nuestra prácticas y hábitos de higiene, que de igual manera tenemos malos hábitos alimenticios, de seguridad, de viviendas, educación e información en todo sentido, esta crisis nos ha desnudado.

En segundo lugar replantearnos qué Honduras vamos a querer en 10 años y esto es importante porque tenemos que saber qué queremos con nuestra próxima generación.

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