En su rostro se plasmó rápidamente la decepción y la desesperación. Había salido de su hogar sin ver la luz del día.
Su preocupación era grande, su padre de 82 años, paciente con hipertensión aguda, había presentado molestias por la noche hasta llegar al punto de perder la visión de su ojo derecho.
Sin embargo, al llegar al Hospital San Felipe se encontró con la peor amenaza para su padre: la falta de medicamentos y de atención.
“El médico medio lo vio porque dijo que tenía que irse a una asamblea y cuando venimos aquí a la farmacia no había gente, le pregunté a una señora y me contestó enojada que no estaban trabajando, a saber por qué, y le pregunté por unas medicinas y me dijo que de todas formas ni había”, dice José Núñez, hijo de don Arturo Núñez.
“Uno se siente mal porque ahora tengo que conseguir dinero y uno es pobre para comprarle esos medicamentos”, comentó el joven.
Y es que José y su padre son las víctimas del permanente estado crítico del sistema sanitario del país, que se agudiza sin que las autoridades de gobierno logren su estabilización.
A pocos meses de que concluya la administración del presidente Porfirio Lobo Sosa, los conflictos son los mismos: la falta de pago a los empleados y el desabastecimiento de insumos y medicamentos.
La actual administración recibió el precario ente con un déficit de más de 1,000 millones de lempiras que impide el cumplimiento hasta de sus compromisos básicos para su funcionamiento.
Ayer nuevamente los trabajadores, médicos, enfermeras y demás personal convulsionaron el sistema, con el abandono de sus labores para protestar en las calles, realizar plantones o iniciar asambleas informativas.
Sus demandas
Tal es el caso de los médicos que a tempranas horas de la mañana protestaron frente a Casa de Gobierno para exigir a las autoridades el pago de unos 72 millones de lempiras que se le adeudan a cerca de 672 galenos de todo el país.
Según Elmer Mayes, presidente del Colegio Médico de Honduras, a estos profesionales de la medicina, bajo la modalidad de contrato e interinato, se les adeuda desde enero de este año.
Señaló que desde el lunes se inició con la paralización de los médicos afectados que en su mayoría se concentran en la zona norte del país en hospitales y centro de salud de Atlántida, Cortés, El Progreso y Yoro, entre otros. A este reclamo se unió también el de los trabajadores del Hospital San Felipe, quienes volvieron a iniciar asambleas informativas luego de dar un período de espera a las autoridades de Salud que incumplieron sus promesas.
Elvin Canales, presidente del sindicato de trabajadores del centro, explicó que días atrás se realizó un compromiso con el ministro de Salud, Salvador Pineda, para resolver el desabastecimiento de medicamentos e insumos, alimentación de pacientes y pago a proveedores.
Así también se les prometió resolver el pago de bono por riesgo laboral a más de 2,000 empleados del centro y el salario de 183 empleados por contrato a quienes desde hace cuatro meses no se les cumple.
“Todo se ha incumplido, tenemos más de dos meses de estar esperando, no ha habido respuesta y por eso nos incorporamos nuevamente a las asambleas informativas, donde ya se suspendieron todos los servicios de atención referente a consulta general, laboratorio, rayos X y citas”, informó Canales.
En igual situación, los trabajadores de la Región Metropolitana de Tegucigalpa protestaron en las calles de esta ciudad para exigir el pago de 3,000 mil lempiras por bono laboral para más de 230 empleados.
Con la paralización de este recurso humano se dejaron unos 13 mil ciudadanos sin consulta en el Alonso Suazo, principal centro de salud de la ciudad capital.
Sumado a este difícil panorama se unen también las enfermeras auxiliares que además de exigir el cumplimiento de compromisos económicos también piden solución a problemas administrativos.
Según Janeth Almendárez, presidenta de la Asociación Nacional de Enfermeras Profesionales de Honduras (ANEAH), existen cerca de 5,800 auxiliares de enfermería afiliadas a este grupo a las que tampoco se les ha hecho efectivo el pago del bono laboral.
Además hay 40 enfermeras por contrato que en este mes de octubre cumplieron un año de no recibir su salario, ambas deudas ascienden a más de 75 millones de lempiras.
La presidenta de la ANEAH comentó que las auxiliares de enfermería más afectadas se ubican en Olancho, Yoro, Valle, Ocotepeque, El Paraíso y en el Hospital Santa Rosita.
Almendárez señaló que también exigen a Salud realizar los trámites administrativos para valorar el técnico en algunas enfermeras que han continuado con sus estudios universitarios y la realización de los concursos de plazas cesanteadas.
Aseguró también que han solicitado el abastecimiento de insumos y medicamentos ya que es este personal el que ha tenido que trabajar con las “uñas”, expuesto también a contraer enfermedades de sus pacientes.
Comisión
La respuesta gubernamental, producto de una reunión desarrollada ayer en Casa Presidencial, fue nombrar una comisión para que busque la solución inmediata al desabastecimiento de insumos y medicamentos y al pago de los trabajadores.
Salvador Pineda, ministro de Salud, informó que esta comisión que él encabeza integra además al ministro de Trabajo, Jorge Bográn y al viceministro de Finanzas, Carlos Borjas.
Con esta determinación exigida por el presidente de la República, Porfiro Lobo Sosa, Pineda aseguró que se buscarán prontas soluciones y llamó a los gremios a volver a sus labores y comenzar un diálogo.
