Tegucigalpa, Honduras.- Laura Dogu ha cerrado este viernes su ciclo como embajadora de Estados Unidos en Honduras. A través de un mensaje cargado de melancolía, gratitud y afecto a través de X (antes Twitter), la diplomática se despidió del país.
"Hoy les digo hasta pronto, Honduras", escribió Dogu en su publicación inicial, la cual acompañó con una fotografía tomada en el Aeropuerto Internacional de Palmerola, momentos antes de abordar su vuelo hacia el extranjero.
Dogu, quien asumió la representación diplomática de Estados Unidos en Honduras el 6 de abril de 2022, destacó que "esta tierra hermosa fue mi hogar durante tres años, y su gente ha dejado una huella imborrable en mi corazón". Desde finales de marzo había anunciado la finalización de su misión diplomática en el país.
En su mensaje, hizo un breve repaso de su labor frente a la embajada estadounidense, enfocada en fortalecer lazos entre ambos países, apoyar en el combate a la criminalidad y reducir la inmigración irregular hacia Estados Unidos.
"Trabajé de cerca con mi equipo, el gobierno hondureño, empresas estadounidenses y hondureñas, organizaciones de la sociedad civil, comunidades y el pueblo hondureño para fortalecer la seguridad, combatir el crimen y abordar la migración ilegal, haciendo nuestras naciones más seguras, más fuertes y más prósperas", enlistó.
Dogu cerró su despedida de forma muy fraternal y afectuosa: "Extrañaré su calidez, su café, su espíritu resiliente, su gastronomía... Gracias, catrachos, por su amistad y apoyo. ¡Nuestros lazos seguirán siendo fuertes! ¡Hasta pronto, Honduras!".
La labor de Dogu
El período de Dogu estuvo marcado por fuertes tensiones y vaivenes con el gobierno de Xiomara de Castro, siendo la embajadora blanco de ataques verbales por parte de funcionarios.
A lo largo de su gestión, se evidenciaron varios episodios de fricción, muchos de ellos expresados a través de críticas directas por parte de funcionarios del Ejecutivo hondureño, incluyendo al propio canciller Eduardo Enrique Reina, quien cuestionó públicamente algunas declaraciones de la diplomática.
El momento más crítico se vivió entre agosto y septiembre de 2024, cuando el gobierno hondureño anunció la suspensión del tratado de extradición con Estados Unidos como represalia ante unas declaraciones de la embajadora tras una reunión de la cúpula militar de Honduras con sus homólogos venezolanos.
Sin embargo, la administración de Castro retrocedió con la medida, optando por prorrogar el acuerdo bilateral por un año más, dejando en manos del próximo gobierno la decisión definitiva sobre su continuidad.
A pesar de las controversias, Dogu mantuvo un tono sereno y diplomático, incluso ante los ataques más personales. Su capacidad para sostener el diálogo dentro de los márgenes formales de la diplomacia fue una de sus principales características.
"Voy a respetar el derecho a tener diferentes perspectivas, ellos debieron respetar nuestra perspectiva también, pero es parte de la vida y pueden criticar eso, no importa. Vamos a trabajar mano a mano y nuestra relación es bastante fuerte, estamos trabajando con el pueblo de Honduras", expresó Dogu a EL HERALDO días previos a concluir su misión diplomática.
A la funcionaria le favorecía su amplia hoja de vida diplomática y, particularmente, su experiencia en suelo centroamericano (como embajadora en Nicaragua entre 2015 y 2018, y oficial consular en El Salvador entre 1991 y 1994) para manejar los conflictos.
Sin embargo, en sus últimos días, Dogu fue condecorada con la Orden José Cecilio del Valle en el grado de Gran Cruz Blanca, por la Cancillería de la República, y participó de una despedida en la vivienda de la familia presidencial en Olancho.
Como parte de sus últimos mensajes, Dogu llamó a los sectores políticos a concentrarse en las elecciones generales y superar la crisis vivida las primarias de marzo pasado, afectadas por un intento de boicot al retrasar la entrega del material electoral en Tegucigalpa y San Pedro Sula.
En su etapa en Honduras se registraron hechos significativos: la finalización de la nueva sede de la embajada en Honduras; la extradición y enjuiciamiento del expresidente Juan Orlando Hernández; la ejecución del plan Biden/Harris para frenar la inmigración legal y su posterior desbaratamiento; y la caída histórica de los flujos migratorios en los primeros meses del presidente Donald Trump.
Con la salida de Dogu también se abren una serie de expectativas sobre cuál será el rumbo que tomarán las relaciones entre Estados Unidos y Honduras.
La representante llenó un vacío diplomático que mantuvo Washington en Honduras entre 2017 y parte de 2022 al no designar un embajador y manejar las relaciones con el país a través de un encargado de Negocios.
Esta medida obedeció a una decisión del gobierno de Donald Trump en su, entonces, primer mandato, por lo que en este segundo período hay expectativas si repetirá esa dinámica. De momento, el gobierno de Honduras no ha recibido ninguna solicitud para el relevo diplomático de Dogu.
