Honduras

Así fue el discurso íntegro de la presidenta Castro en la FAO

“No podemos salir de aquí sin un plan para erradicar el hambre”, sostuvo la mandataria hondureña durante el encuentro
17.10.2022

ROMA, ITALIA.- Recalcando la pobreza que golpea a Honduras y señalando crisis políticas que han ocurrido en los últimos años como parte de los responsables por el deterioro en las condiciones de vida y por ende, en el aumento del hambre en la población, la presidenta hondureña, Xiomara Castro, se dirigió este lunes en el II Foro de la Alimentación desarrollado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, ONUAA, o más conocida como FAO.

Castro también apuntó a la comunidad internacional por no hacer nada frente a escenarios como el golpe de Estado y las crisis electorales anteriores: “Todos estos eventos condujeron al país al 74% de pobreza, grandes caravanas de migrantes ante la vista y paciencia de la comunidad internacional”, dijo de manera textual.

Y hablando de forma general, dijo que “todos deberíamos llegar a ver este espacio de la FAO con el ánimo de reconocer que la pobreza y el hambre tienen responsables y culpables”, algunos de los cuales puntualizó más adelante, como los modelos extractivistas y de privatizaciones, los acuerdos de libre comercio que ponen en desventaja a algunos de los involucrados y la violencia impulsada con la distribución de armas y dinero en conflictos bélicos.

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“En este mismo momento, miles de millones de dólares en armas son enviados a todos los rincones del planeta por conflictos que solo sirven para ensanchar los bolsillos de los señores de la guerra e intensifican el suplicio de los desamparados y empobrecidos”, dijo la presidenta frente a las cientos de delegaciones.

La mandataria también dio detalles de la Red Solidaria, el programa que se desarrolla desde el Ejecutivo para apoyar la agricultura y la ganadería. De igual forma, se despidió exhortando a sus homólogos y, otros asistentes, para que tomen juntos las mejores decisiones para la población mundial, para lo cual citó la frase de una famosa ambientalista hondureña.

A continuación el discurso de manera íntegra:

Buenas tardes, distinguido director general de la Organización de las Naciones Unidad para la Alimentación y la Agricultura (FAO), señor Qu Dongyu, distinguidos jefes de Estado, representantes y delegados presentes, invitados especiales, señoras y señores... Honorables representantes de los países del mundo.

Me presento a este foro, para hablar con sinceridad, sin reservas y apegada a la verdad, sobre el flagelo del hambre, sus raíces verdaderas y el camino único para emprender y terminar con esta desgracia, constituida en la principal pandemia, que agobia y destruye a nuestros pueblos.

Comparezco ante este foro como primera mujer presidenta de Honduras, comprometida en superar la alta vulnerabilidad ambiental y estructural, de un país endeudado, saqueado y empobrecido, producto de un cruento golpe de Estado, dos sangrientos fraudes electorales y una historia de sangre y abuso que llevó al dictador del régimen anterior a ser extraditado por narcotráfico.

Todos estos eventos condujeron al país al 74% de pobreza, grandes caravanas de migrantes ante la vista de y paciencia de la comunidad internacional.

Todos deberíamos llegar a ver este espacio de la FAO con el ánimo de reconocer que la pobreza y el hambre tienen responsables y culpables, de esas injusticias que produce el actual sistema del mundo, mientras estamos en este foro, lamentablemente, según estadísticas, cada cuatro segundos está en riesgo de morir una persona de hambre, en el mundo.

Y en este 2022, seis millones de nuestros niños y niñas están en riesgo también de morir y de los cuales, tres millones mueren antes de cumplir los cinco años... En este mismo momento, miles de millones de dólares en armas son enviados a todos los rincones del planeta por conflictos que solo sirven para ensanchar los bolsillos de los señores de la guerra e intensifican el suplicio de los desamparados y empobrecidos. Hay mucha hipocresía en este mundo, cuando pretendemos que la pobreza y el hambre no tienen nada que ver con la violencia demencial, el complejo militar financiero del primer mundo, a quienes no les interesa la paz.

El actual orden mundial es el principal responsable de esta tragedia humana y los poderosos grupos financieros del capital trasnacional, con su modelo extractivista y de privatizaciones, con sus actividades mercantiles obtienen las más grandes ganancias.

Cuando en un sistema reina la codicia, el sinismo y la ambición desmedida, las víctimas son los pobres y el sistema se convierte en un asesino en serie, ese es el marco real de nuestro mundo, el escenario en el que ninguno de los actos internacionales, hasta la fecha, pueden redimir la silenciosa complicidad con este modelo depredador y constructor del ser humano y del medio ambiente.

El hambre como consecuencia, es el resultado de la infinita avaricia del capital y de su modelo cargado de monopolios, concesiones y otros negocios... Son tal o más peligrosos para la humanidad que los terremotos o catástrofes naturales.

Las sociedades ricas, que consumen como si cada día vivieran su última voluntad, exigen que los demás, con mansedumbre, subsidiemos sus excesos sin importar que aumenten nuestras propias carencias.

La globalización no erradicó la marginalidad ni tampoco erradicó el hambre y la pobreza. Hoy somos más dependientes y las políticas de acumulación solo logran que los ricos sean más ricos y los pobres más pobres.

Las fuentes de empleo han disminuido dramáticamente, la tragedia de la migración aumenta cada día y las asimetrías entre nuestras economías han resultado en una enorme desgracia para la clase trabajadora. Muchos tratados deshumanizados se han convertidos en camisas de fuerzas, de freno, para nuestras posibilidades de desarrollo material.

El actual orden mundial es injusto para nuestras naciones, los tratados de libre comercio, las recetas monetarias y la especulación financiera solo salvaguardan el capital y ponen en alto riesgo la democracia, sin importar la vida, la naturaleza, especialmente en nuestro continente, que es el más desigual del mundo.

El sistema alternativo, o es humano y justo o los días de nuestra especie están contados.

En Honduras cada año enfrentamos sequías e inundaciones, sequías e inundaciones que empobrecen y acaban con la producción, sin embargo, ni una milésima parte de la emisión de gases de efecto invernadero que se producen en los países industrializados es nuestra responsabilidad.

Es momento de pensar en una actitud más racional para defender la vida, la naturaleza y el uso de los recursos que de ella provienen.

Con el gran sacrificio, en nuestro gobierno hemos creado programas masivos de protección, cuidado y reforestación. Estamos asistiendo a miles y miles de productores, campesinos y campesinas con un bono tecnológico que consiste en donar semillas, fertilizantes, insumos, capacitación, para el manejo de los cultivos.

Iniciamos con maíz y frijoles, luego, arroz y sorgo, siguió café y ganadería, subsidios a la energía, combustible, créditos agrícolas a bajas tasas de interés.

La creación de la Red Solidaria es una respuesta a la extrema pobreza. Cambiar la matriz de alimentos de un modelo netamente importador a un modelo auto sostenible y auto sustentable, ese es el gran reto y desafío de mi gobierno.

Como presidenta de Honduras estoy comprometida a fortalecer la lucha por la seguridad alimentaria, la lucha por la nutrición de nuestro pueblo, la lucha contra la corrupción y la impunidad, porque la política deber ser el mecanismo que garantice la satisfacción de las necesidades espirituales y materiales de la existencia de las personas. No la privación de las mimas.

No debemos salir de aquí, FAO, sin un plan para erradicar el hambre y salvar a los niños y niñas que se mueren y se han muerto este año por una injusta falta de alimentación.

El impuesto por el capital trasnacional es injusto y es mortal, especialmente contra la naturaleza y la especie humana.

Mi voz debe de ser escuchada, este foro debe ofrecer soluciones integrales a corto y mediano plazo.

El Fondo Monetario Internacional debe aumentar, al menos, 100% el monto de los derechos especiales de giro para advertirlos directamente en la tierra, en el agua o en la semilla.

El sistema financiero normal debe aumentar sus créditos a la agricultura, a la ganadería, a todas las actividades productoras de alimentos. Así como el salvamento del medio ambiente del planeta.

Pensemos tratados de libre comercio para adecuarlos a la realidad de cada uno de los países que viven hoy para poder garantizar los alimentos y la vida.

Es el momento que junto a los entes internacionales crédito pasemos de ser simples espectadores y testigos pasivos del sacrificio de nuestros pueblos.

El aumento de nuestra producción y emancipación, llegó la hora de debatir soberanamente de la forma en la que queremos ser parte de un nuevo orden mundial, descolonizador, multipolar, antirracista, antifascista, antipatriarcal, feminista y profundamente humano.

‘Despertemos, despertemos humanidad, ya no hay tiempo’, palabras que inmortalizan a la ambientalista hondureña asesinada en el régimen anterior, Berta Cáceres... Muchas gracias.

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