Tegucigalpa, Honduras.- Con módulos que parecen salidos del futuro y una alianza que florece con fuerza, Honduras y la República Popular China inician un nuevo capítulo en el fortalecimiento de la educación técnica agrícola.
Esta semana arribaron al país 44 contenedores con 178 módulos prefabricados y 133 piezas de carga suelta, enviados desde el gigante asiático para transformar siete escuelas agrícolas nacionales.
Este envío forma parte del ambicioso Proyecto de Ampliación de la Red Nacional de Escuelas Agrícolas, que busca brindar oportunidades educativas de calidad a miles de jóvenes en distintas regiones del país.
La meta es formar nuevas generaciones capacitadas en prácticas agrícolas modernas, con visión de sostenibilidad y compromiso con la seguridad alimentaria.
La modalidad de construcción adoptada para este proyecto es una innovación. Se trata de módulos prefabricados, que ofrecen ventajas como alta resistencia estructural, excelente desempeño antisísmico y eficiencia energética.
Además, su implementación reducirá considerablemente los tiempos de construcción, permitiendo una pronta utilización por parte de estudiantes y personal docente.
Este enfoque, además de ser funcional, está alineado con las exigencias del presente, como las construcciones sostenibles, con bajo impacto ambiental, mínimas emisiones de carbono y altos estándares de seguridad.
El proyecto es financiado con 100 millones de dólares en fondos no reembolsables, destinados a la primera etapa de ejecución. Esta inversión refleja el compromiso de la cooperación internacional, y en particular de China, con el desarrollo integral de la juventud hondureña a través de la educación técnica.
Las siete instituciones que forman parte de esta red son: la Escuela Agrícola Luis Landa en Nacaome, Valle; la Escuela Agrotécnica de Oriente, Reynaldo Salinas en Jacaleapa, El Paraíso; la Escuela Agrícola Pompilio Ortega en Macuelizo, Santa Bárbara y la Escuela Agrícola John F. Kennedy en La Ceiba, Atlántida.
Además de la Escuela de Agricultura del Valle de Sula en Choloma, Cortés; SCITA Honduras en Comayagua y el Instituto Samuel Benno Marx en Ahúas, Gracias a Dios.
Actualmente, estos centros educativos tienen registrados más de 1,500 productos que ya están disponibles en supermercados del país, lo que evidencia su impacto real en la economía local y nacional.
Este avance educativo se da en el marco de una relación diplomática que cumple dos años, basada en principios de respeto mutuo, no intervención, igualdad y cooperación en áreas clave como finanzas, tecnología, infraestructura, salud y educación.