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Tegucigalpa, Honduras.-La Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de California revocó la liberación compasiva concedida en mayo de 2025 al capo hondureño Juan Ramón Matta Ballesteros, quien cumple una condena de cadena perpetua por narcotráfico en Estados Unidos.
La decisión judicial partió de un recurso de apelación presentado por la Fiscalía de Estados Unidos, inconforme con la orden del juez del Distrito Central de California, John A. Kronstadt, quien había admitido la petición de Matta al considerar que negarle el derecho a solicitar por sí mismo la liberación equivalía a una violación de su derecho a la igualdad ante la ley.
Sin embargo, el tribunal de apelaciones no vio inconstitucionalidad alguna. “El Congreso actuó dentro de sus atribuciones al aplicar la reforma de sentencias solo de manera prospectiva”, arguyó el tribunal de alzada.
Con ello, el tribunal integrado por las juezas Rawlinson y Koh, y el juez Sidney A. Fitzwater, cerró la puerta a la posibilidad de excarcelación del hondureño.
Según el fallo, Matta Ballesteros fue sentenciado bajo la legislación anterior a la Ley de Reforma de Sentencias, en la cual solo la Oficina Federal de Prisiones (BOP) puede pedir la reducción de una condena por razones humanitarias.
“El Congreso actuó dentro de sus atribuciones al aplicar la nueva ley solo de forma prospectiva”, señala el documento judicial.
El tribunal agregó que esa diferencia no vulnera la Quinta Enmienda, porque la distinción entre presos sentenciados antes y después de 1987 responde a una base racional y legítima del sistema penal.
"Dado que nuestra determinación de que no existe violación de la Quinta Enmienda resuelve este caso, no necesitamos abordar, ni abordamos, los méritos de la solicitud de Matta para la liberación compasiva", subrayaron los magistrados.
Según el registro oficial del Buró Federal de Prisiones de Estados Unidos, Matta, identificado con el número 37671-133, continúa oficialmente bajo custodia federal.
Tiene 80 años de edad y permanece recluido en el Centro Médico Federal para Prisioneros (MCFP) en Springfield, Missouri.
Su fecha de liberación continúa registrada como "life" (cadena perpetua).
Juan Ramón Matta Ballesteros, de acuerdo a la justicia de Estados Unidos, fue uno de los nombres más influyentes en el narcotráfico latinoamericano durante las décadas de 1970 y 1980.
Las autoridades de Estados Unidos lo señalaron como una pieza clave en las rutas de transporte de cocaína desde Sudamérica hacia Norteamérica, utilizando Centroamérica como corredor estratégico.
Originario de Tegucigalpa, Matta-Ballesteros se relacionó con figuras de alto perfil del crimen organizado, operando como intermediario entre los carteles de Medellín y Cali, en Colombia, y el cártel de Guadalajara, en México, liderado por Miguel Ángel Félix Gallardo.
Su rol como operador logístico le permitió construir una red de transporte aéreo que facilitó el envío de droga hacia Estados Unidos a través del Caribe y Centroamérica.
Las autoridades estadounidenses lo vincularon a la conspiración para secuestrar, torturar y asesinar al agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena en 1985, en Guadalajara, México.
Aunque no fue señalado como autor directo, los fiscales lo acusaron de facilitar el traslado de personas involucradas en el crimen y de colaborar con operaciones del cártel mexicano.
El 5 de abril de 1988, agentes armados irrumpieron en su residencia en Tegucigalpa. Sin orden judicial ni proceso formal de extradición, fue trasladado extrajudicialmente a República Dominicana y posteriormente entregado a autoridades estadounidenses.
La acción provocó una ola de protestas en Honduras, donde se cuestionó la violación del debido proceso y la soberanía nacional. Durante varios días, manifestantes incendiaron edificios públicos, incluida la sede de la embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa.
Desde su llegada a territorio estadounidense, Matta Ballesteros fue procesado por delitos de narcotráfico, conspiración y crimen organizado. En 1990 fue sentenciado a cadena perpetua, condena que ha cumplido desde entonces en prisiones federales de alta seguridad.