Honduras

Comayagüela: Piden 160 años de cárcel para pastor que violaba niños

El predicador engañaba a los menores diciendo que Dios le había revelado que se dejaran violar para que no le pasara nada a sus familiares, según la Fiscalía.

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11.03.2016

Tegucigalpa, Honduras
Al menos 160 años de prisión pidió este viernes la Fiscalía de la Niñez contra un pastor de una iglesia evangélica que abusó sexualmente de cuatro niños.

Franklin Geovanny Cabrera Sierra es acusado por las autoridades de ocho delitos de Violación Especial contra los cuatro menores de 14 años.

Según los testimonios, 'los niños se congregaban en la Iglesia Apostólica Resurrección de Cristo ya que se habían organizado en diferentes Ministerios, y para crecer en los ministerios los niños debían quedarse durmiendo en la Iglesia a fin de perseverar en el conocimiento de la palabra y la alabanza'.

Una vez que se ganaba la confianza de sus víctimas, les decía que 'había tenido una revelación de Dios de desgracia, muerte, problemas de salud sobre sus familias y que la única manera de evitar era a través de unión de espíritu, que esa unión no era mediante la oración, ayuno, alabanza sino que a través de la penetración, efusión de semen para romper adversidades que se presentaran'.

Se detalló que la Fiscalía solicitó 80 años de reclusión por cuatro delitos de violación, 40 por otras dos infracciones del mismo nivel y 20 por dos más, lo que suma un total de 160 años de cárcel.

Sin embargo, se conoció que Cabrera Sierra será juzgado por cuatro de los delitos, tal y como lo establece el Código Penal con una pena de entre 15 a 20 años; mientras por los otros dos solo se le aplicará entre 9 a 13 años debido que esos los cometió antes de la reforma a la Ley.

Foto: El Heraldo

De acuerdo al informe compartido por el Poder Judicial, el imputado cometió los delitos en los años 2005, 2009, 2012, con cada uno de los niños.

Asimismo, se explicó que el acusado realizaba las violaciones en el mismo centro evangélico donde se congregaban los menores.

Los engañaba diciéndoles que Dios le había revelado que algo les pasaría a la familia de ellos y para evitarlo tenían que tener un acercamiento de cuerpo a través de las relaciones sexuales con él.