Honduras

Casa Fortín, un espacio de memorias e historia

FOTOGALERÍA
25.02.2017

Yuscarán, el Paraíso
Por todos los rincones del territorio nacional hay espectaculares e impresionantes tesoros por descubrir. Brillan más que el oro y perduran en la mente y el corazón. Una de esas preciosas joyas es la Casa Fortín.

Este antiguo recinto de la cultura desde 1994 abrió sus puertas en el municipio de Yuscarán para atender al público que tiene interés en conocer las historias que se vivieron en tiempos pasados.

Se menciona que esta fue la cuna de una familia de la aristocracia hondureña encabezada por Daniel Fortín, un visionario empresario de la época cuya residencia es hoy un visitado museo.

Una de las cosas impresionantes de esta casa es que desde la entrada los visitantes aprecian artículos arcaicos que traen a la imaginación la convivencia que surgió en estos espacios, la vida que se desarrolló en cada rinconcito. Es como tocar a través de los objetos a las personas que la habitaron.

Televisores, máquinas de costura y cámaras antiguas son, entre otros, los artículos que los visitantes encontrarán.

Televisores, máquinas de costura y cámaras antiguas son algunos artículos que visitantes encontrarán.

En el primer piso, el turista encuentra las piezas que usaron los mineros para extraer la plata... hachas de piedra, cuñas de madera y piochas son testimonio del sudor que vertieron a diario por este metal precioso.

Faltan más piezas que usaron estos trabajadores, pero nosotros continuamos buscando cada uno de ellas”, dijo el director de la casa de la cultura, Óscar Lezama.

En la segunda planta los turistas curiosos apreciarán los artículos personales de la familia Fortín, como la cama, sus radios y hasta los cajones para guardar ropa.

Este es un sitio ideal para empaparse de toda la historia que posee Yuscarán'.

Oscar Lezama, director casa de cultura

Aquí están también los retratos de la familia.

Algunas de estás imágenes son como pequeñas ventanas al pasado donde puede retrocederse hasta ver el pintoresco pueblo de antes escondido entre las montañas de El Paraíso.

Sin duda este museo es una de las mayores joyas que posee el municipio colonial, que enamora a todos los visitantes nacionales y extranjeros. Sus puertas están abiertas los 365 días del año y, lo mejor, para ingresar no tiene que pagar ni un lempira.

Haga sus maletas y venga a conocer íntimamente la historia de esta casa que es un tesoro cultural de Honduras.

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