Como símbolo de una fé viva, devotos de Santa María de Suyapa encienden velas sobre los candelabros que se ubican en la entrada de la Basílica, para pagar promesas por milagros recibidos de la Morenita.
Centenares de feligreses han desfilado por la casa de La Patrona de Honduras, dejando a su paso un iluminado acceso.
Las velas son el símbolo que los feligreses han adoptado, para mostrar su agradecimiento a la Madre de Jesús, por interceder por ellos.
'Lo que significa encender una vela es que la fe del cristiano está viva', afirma doña Isabel Castro, una feligrés proveniente de El Paraíso.
Niños, adultos y ancianos desfilan por este sector, en el que depositan su fé encendiendo candelas de todos los tamaños.
En las afueras de la Iglesia, los precios de las velitas varían, pues van desde cinco y diez lempiras, otras se encuentran a 12 y 15 lempiras, y algunas más grandes sobrepasan los 50 lempiras.
Para este día, en el que se conmemora el 269 aniversario del hallazgo de la virgen de Suyapa, los candelabros resultan insuficientes, pues los devotos cada vez se hacen presentes en mayor cantidad, e ingresan con la intención de colocar la luz que ilumina su fé.
