Tegucigalpa, Honduras.- El tiempo se detiene para las familias de los 18 tripulantes del buque pesquero Lucky Lady, que hoy cumplen ocho días desaparecidos en alta mar.
Desde la noche del sábado 19 de julio no se ha vuelto a tener contacto con la embarcación: los marinos, todos originarios de comunidades costeras como Balfate, Bambú, Santa Fe y Río Esteban, en el departamento de Colón, salieron a faenar como lo han hecho durante años.
Pero esta vez el mar se tragó sus voces, sus pasos y su rumbo, dejando a sus familias atrapadas en un limbo de dolor y preguntas sin respuesta.
La posibilidad de que el Lucky Lady hubiera sido interceptado por autoridades colombianas o nicaragüenses por ingresar a sus aguas territoriales ha perdido fuerza.
Dennis Orellana, hermano del capitán de la nave desaparecida, Jason Samuel Orellana, rompió el silencio y compartió un mensaje en video que refleja el profundo dolor que viven las familias.
“Vengo a pedirle ayuda al gobierno central para que colabore con la búsqueda de nuestro hermano, de nuestro sobrino y de todos los tripulantes que andan en alta mar”, declaró, con lágrimas en los ojos.
“El dueño del barco me dijo que andan cinco botes en su búsqueda, pero que no han tenido respuesta del gobierno; necesitamos un helicóptero, algo que pueda visualizar más lejos”, solicitó el familiar.
"Estamos solos. No hay ayuda oficial, no hay rastros, no hay nada”, repiten entre sollozos los habitantes de Balfate, donde la comunidad entera vive de cara al mar y con la mirada fija en el horizonte; hasta ahora, la Fuerza Naval de Honduras mantiene una operación limitada de búsqueda en aguas del Caribe, centrada principalmente en áreas cercanas a los últimos puntos de contacto.
Esperanza limitada
A ocho días del último rastro, la comunidad costera de Colón permanece de luto silencioso, mientras el país entero observa con dolor la fragilidad de las condiciones en que operan cientos de pescadores que arriesgan su vida cada día en altamar.
Las familias piden algo más que oraciones, piden presencia, apoyo técnico, voluntad política y humanidad.
