Su rostro lo vieron miles de cinéfilos en varios festivales internacionales de cine gracias a su papel en una cinta que narra el horror de los inmigrantes en su ruta hacia Estados Unidos.
Con una carrera en ascenso, el nombre del actor Edgar Flores ya figura entre los grandes del espectáculo nacional. Y no es para menos, luego de protagonizar la galardonada película independiente
“Sin nombre” en 2008, donde demostró que en Honduras hay talento y de sobra, tanto que la misma industria de Hollywood puso sus ojos en este país y se encontró de frente con el talento nato de Flores.
Luego de un tiempo dedicado a su labores y a la producción cinematográfica, Edgar regresa a la actuación para demostrar que “Sin nombre” fue un golpe de suerte, por eso pone todo su talento histriónico en la película hondureña “Toque de queda”, una historia que promete mucho.
En exclusiva y en una amena plática en la sala de Redacción de EL HERALDO
Flores, la joven promesa habla sobre este nuevo proyecto que se estrena este viernes en Metrocinemas y sobre su nueva película “Once cipotes”, cuyo rodaje comenzará próximamente.
¿Cómo llega esta oportunidad para trabajar en “Toque de queda”?
Gracias a Francisco Andino y Javier Suazo, desde que me presentaron el proyecto me gustó y me interesé mucho ya que se basó en un hecho que quedará marcado en la mente de los hondureños: los acontecimientos políticos del 28 de junio de 2009.
¿Cuéntenos más sobre su personaje?
Mi personaje lleva por nombre “Anónimo” y todo se lleva a cabo en un lugar encerrado donde tres personajes quedan atrapados luego de un sorpresivo toque de queda, generando muchas situaciones explosivas entre ellos.
Para interpretar a este personaje tuve mucha preparación, estuve junto al elenco en clases con Mariela Zavala en la escuela de actuación de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán, ya que los personajes de la historia exigen bastante expresión y teníamos que aproximarnos mucho a la realidad al momento de estar frente a las cámaras.
Y tuvimos mucho entrenamiento de karate con maestros especiales para la escenas de acción de la película, que habrá muchas.
¿Qué experiencias deja haber trabajado en “Toque de queda”?
Pues fue muy grande la experiencia, es mi primera película en Honduras y es increíble ver todo el talento que tenemos en el país. La gente debe saber que el cine que estamos haciendo ahora es de mucha calidad y “Toque de queda” lo demostrará, así como las próximas películas que están por llegar.
¿Por qué las personas no se deben perder “Toque de queda”?
Es un gran momento del cine hondureño, con grandes producciones que están por estrenarse, pero también nos encontramos con la otra cara de la moneda cuando muchos cines están vetando las cintas hondureñas y es ahí donde necesitamos el apoyo para que el público llene las salas que sí permiten exhibir el arte que se hace en el país.
Y además, quiero decirles que “Toque de queda” está hecha con el corazón para que el público pueda recuperar la fe en el cine catracho.
Edgar inició su carrera frente a la cámara a la edad de 17 años, interpretando un papel secundario en la teleserie hondureña “Diferente a todos” producida por Promega y dirigida por el cineasta Francisco Andino.
Antes de esta experiencia, Edgar trabajaba como ayudante en un taller de enderezado y pintura y soñaba con ser compositor e intérprete de hip hop. Hasta entonces nunca había cruzado por su mente la idea de una carrera como actor. Luego del estreno de “Toque de queda”, esta joven promesa se embarca en una nueva aventura cinematográfica que lleva por nombre “Once cipotes”.
¿Cuéntanos sobre este nuevo proyecto?
Se llama “Once cipotes” y es una película que se grabará en su totalidad en San Marcos, Santa Bárbara, conocida como la capital de los juegos tradicionales.
Y la historia trata sobre unos chicos que viven en esta comunidad y su aventuras alrededor de los populares juegos, y ellos demuestran que a pesar de las adversidades se aferran a la tierra que los vio nacer.
Será una comedia familiar llena de nuestras tradiciones y nuestro lenguajes y sus modismos. Comenzaremos el rodaje en las próximas semanas y el estreno está preparado para el último trimestre de este año.
Cuatro años han pasado ya del estreno de la cinta “Sin nombre”, que logró arrasar en el Festival Sundance en 2009 y que además se logró presentar en prestigiosos eventos de cine en Europa, donde obtuvo varios galardones, entre ellos el premio a Mejor actor para Edgar en el Festival de Cine de Estocolmo.
¿Cómo marcó “Sin nombre” su carrera?
Marcó mi vida y me hizo saber que cuando se tiene un sueño sí se puede lograr.
¿Nos recuerda como llegó esa oportunidad?
Todavía recuerdo cuando la productora Focus convocó al casting acá en el país, eran muchas personas las que aspiraban al papel y me tocó esperar casi cuatro horas para que llegara mi turno.
Sentía muchos nervios y me preocupaba que miraba a muchos rostros conocidos, pero al final la suerte y mi prueba de casting me favorecieron.
Posteriormente, en pláticas con los productores de Focus, me ofrecieron dos papeles y al final terminé adaptándome el papel de Casper y así empezó esta aventura. El camino no fue fácil, pero en todo momento tuve el apoyo de la producción dándome consejos de actuación.
¿Cuáles son los retos que siguen en tu vida?
Pues lo primero que quiero hacer es seguirme preparando, estoy tocando puertas porque me gustaría estudiar en el extranjero y prepararme en el campo de la actuación y la producción.
De igual manera, me gustaría seguir realizando trabajos en el país para que me puedan servir como soporte en el extranjero y sobre todo para que hagan crecer nuestro cine nacional.
La cinta “Toque de queda” se exhibe a partir de este viernes
11 de mayo en las salas de Metrocinemas en Tegucigalpa y San Pedro Sula. En la película, que es patrocinada por diario
EL HERALDO, actúan además Issis Vásquez, Andrea Portillo, Charlie Martino y Renato Álvarez, entre otros personajes.
La dirección y el guion están a cargo de Javier Suazo. La cinta es un thriller de acción que se inspira en los acontecimientos políticos
que ocurrieron en Honduras en 2009.