Brasil
La cantante Rihanna cumplió con su papel de gran estrella en la sexta jornada del Rock in Rio y ofreció a los miles de cariocas que asistieron a su concierto un espectáculo lleno de energía, pero en el que también hubo espacio para algunos momentos de intimidad.
La salida de la cantante de Barbados al escenario supuso el momento de éxtasis que miles de jóvenes, muchos de ellos acompañados por su progenitores, habían estado esperando durante toda esta sexta jornada del festival.
Y es que, sin lugar a dudas, Rihanna era el sábado la principal atracción de una “ciudad del rock” que hoy había cedido el protagonismo de este último fin de semana a la música pop, tras cuatro días de rock duro.
La cantante de 27 años comenzó su espectáculo a lo grande, emergiendo de una nube de humo que cubría un escenario teñido de rojo por las luces, para empezar a cantar los temas más potentes de su repertorio.
Acompañada de un grupo de bailarinas vestidas de blanco, que también hacía las veces de coro, Rihanna se entregó a sus habituales movimientos provocativos sobre el escenario.