Ya todo está listo, la princesa Magdalena, hija menor de Silvia y Carlos XVI Gustavo de Suecia, y el financiero británico-estadounidense Christopher O’Neill harán realidad su sueño de convertirse en esposos en un acto que se realizará en la capilla luterana del Palacio Real.
El cortejo solamente tendrá una longitud de 350 metros, mucho menos que el de Victoria, heredera al trono, y Daniel westling, y recorrerá principalmente la ciudad medieval de Gamla Stan.
Centenares de personas son esperadas para aclamar a los jóvenes casados, antes de que partan en barco desde la isla de Riddarholmen hacia el castillo de Drottningholm, donde se celebrará el banquete y donde Magdalena nació en 1982.
La capital sueca, con su maraña de islas y de puentes, es un marco apreciado por amantes de imágenes de cuentos de hadas. Veintiún cañonazos celebrarán la unión.
Aunque la boda no llene primeras páginas de la prensa internacional, “se notará al menos que hubo una boda real en Estocolmo”.
El secreto mejor guardado de una novia es sin duda el traje nupcial.
El vestido que lucirá la princesa Magdalena este día es por supuesto un misterio y, por tanto, a falta de puntadas oficiales, tiene patrón de conjeturas.
A Magdalena de Suecia no le han faltado seguro ni consejos ni proposiciones de modistos de todo el mundo, aunque cuentan que ya ha hecho descarte y tiene el elegido a punto.
Y todo señala a que será un acierto. Por algo la princesa Magdalena ocupa el trono de la elegancia en Suecia.
Ceremonias
Los actos iniciaron ayer viernes 7 de junio con la primera velada nupcial programada oficialmente: un almuerzo privado para sus invitados en el Grand Hotel de Estocolmo.
A media tarde de hoy, los novios se darán el sí quiero en una solemne ceremonia oficiada por Lars-Göran Lönnermark, obispo emérito, y por Michael Bjerkhagen, predicador de la congregación de la corte sueca, en la capilla del Palacio Real; habrá salvas de cañón desde Skeppsholmen y un recorrido en carruaje de los recién casados por el centro de Estocolmo hasta Riddarholmen.
Luego los reyes Silvia de Suecia, Carlos XVI Gustavo de Suecia serán los anfitriones del banquete nupcial en el Palacio de Drottningholm.
¿Quiénes son los novios?
La Princesa Magdalena, nació el 10 de junio de 1982 y recibió los nombres de Madeleine Thérèse Amélie Joséphine. Es la cuarta en la línea de sucesión de la Corona de Suecia.
Magdalena cursó sus estudios básicos en los alrededores de Estocolmo y culminó la secundaria en el Enskilda Gymnasiet en la ciudad de Estocolmo, tomando la línea de estudios sociales.
Tras su grado la princesa se ha dedicado a diversos estudios, entre ellos inglés en Londres, un curso de derecho, obtuvo la licencia europea de manejo de computadores ECDL y se educó en arquitectura. Habla sueco, inglés y alemán con fluidez y un poco de francés.
Entusiasta de la equitación, este fue su principal interés hasta que los estudios de secundaria demandaron más tiempo. Magdalena vive en Nueva York, donde conoció al que hoy se convertirá en su esposo.
El 25 de octubre de 2012 la Casa Real sueca anunció el compromiso matrimonial de la princesa con el financiero estadounidense.
El novio de la Princesa, Christopher Paul O’Neill, nació el 27 de junio de 1974, es un británico de negocios que vive y trabaja en Nueva York, Estados Unidos.
“Un gran tipo, inteligente y exitoso”, así definen a quien robó el corazón de la hermosa princesa.
Él fue el encargado de devolverle la sonrisa a la princesa luego de que esta sufriera una gran decepción amorosa tras vivir 7 años junto a Jonas Bergström y que la relación terminara inesperadamente debido a una infidelidad de él.
Afortunadamente, Magdalena volvió a encontrar el amor y ahora sonríe junto a O’Neill.
En 2010, tras la ruptura con Bergström, la princesa, de hoy 30 años, decidió mudarse a Nueva York y empezar una nueva vida.
Poco después, unos amigos comunes le presentaron a Christopher O’Neill.
“Tengo muchas ganas de que llegue la boda. Estoy un poco nervioso”, dijo el novio el jueves por la noche.