Los Ángeles, Estados Unidos.- Casi tres décadas después de haberse convertido en un clásico moderno del cine romántico, "La boda de mi mejor amigo" (My Best Friend’s Wedding) prepara su regreso a la pantalla.
Sony Pictures confirmó esta semana que una secuela está oficialmente en desarrollo, reviviendo una historia que marcó a toda una generación de espectadores.
Aunque aún no hay reparto confirmado ni fecha tentativa de estreno, es seguro es que la guionista y directora Celine Song (Past Lives) ha sido contratada para escribir el guion de esta nueva entrega.
Su sensibilidad para retratar los matices del amor no correspondido y las emociones complejas la convierten en una opción prometedora para continuar una historia que, en 1997, se atrevió a romper con los finales tradicionales.
Por ahora, la secuela se encuentra en fase de desarrollo, y tanto Julia Roberts como Dermot Mulroney han expresado interés en retomar sus icónicos personajes, Julianne y Michael.
Sin embargo, Cameron Diaz —quien interpreta a Kimmy— y Rupert Everett —inolvidable como George— no han sido mencionados oficialmente, aunque su regreso sería clave para recrear la magia del filme original.
Un referente del cine
Estrenada en 1997, "La boda de mi mejor amigo" fue una comedia romántica que se atrevió a ir en contra del molde.
Julianne (Roberts), una crítica gastronómica decidida y emocionalmente torpe, descubre que está enamorada de su mejor amigo justo cuando él está a punto de casarse.
En lugar de construir una historia sobre el amor que triunfa, la película exploró la obsesión, los errores y la resignación con una honestidad poco común en su género.
Antecedente en números
Además de su final inesperado, el filme se distinguió por su elenco carismático, su banda sonora inolvidable —incluyendo el icónico I Say a Little Prayer for You— y la construcción de un personaje como George (Rupert Everett), que se robó cada escena y rompió estereotipos en pleno auge de los noventa.
Con más de 299 millones de dólares recaudados en taquilla, y múltiples generaciones que la han adoptado como un referente del género, la cinta se consolidó como una historia que sigue vigente, especialmente por su mensaje sobre el amor no correspondido, la amistad y la madurez emocional.
Ahora, para esta segunda parte y con Celine Song como escritora, es posible que la nueva película se incline por un tono más melancólico o introspectivo, explorando el paso del tiempo, las segundas oportunidades y los vínculos que nunca terminan de romperse del todo.
Volver a una historia tan emblemática supone un riesgo creativo. El equilibrio entre nostalgia y originalidad será crucial para que esta secuela no solo satisfaga al público fiel, sino que también logre resonar con una nueva generación.