Su perseverancia y la fuerte convicción de triunfar en la música es lo que hoy tiene a la hondureña Karina Iglesias como una de las participantes más populares del reality musical The Voice en su temporada 2013 y que se trasmite por NBC.
De padres hondureños, Iglesias ha llevado siempre muy orgullosa sus raíces, en cuanto puede no deja de expresar lo orgullosa que se siente “de ser catracha” y recuerda los grandes momentos que vivió en Honduras cuando de niña llegaba en verano a vacacionar.
Pero el éxito de esta chica no comienza ahora, desde joven tuvo la convicción de que la música era lo suyo, y por ello de manera independiente sacó su primer álbum The Way en 2006 con ritmos como el R&B y soul.
Seguir en el mundo de la música le permitió trabajar al lado de Franco de Vita en el 2011 en el exitoso disco “Primera fila”. Además de apoyar en los coros, Karina tuvo la oportunidad de trabajar en el tema “Tú de qué vas”, de manera majestuosa.
Ahora que está en The Voice, la cantante se tomó un tiempo en medio de los arduos ensayos y apretada agenda del mundo del espectáculo en Los Ángeles para conversar con EL HERALDO sobre este importante momento que está viviendo.
En la entrevista habla sobre su interpretación del tema I’m the Only One en las audiciones y que causó la discusión entre Adam Levine y Shakira la semana pasada por tratar de tenerla en su equipo.
De igual manera comparte sobre los retos que esto implicará para su carrera.
Ahora que está en The Voice, ¿cuáles son las exigencias que le hacen como artista?
Son muchos ensayos, mucho pasa fuera del escenario en preparación para cantar, muchas exigencias como el vestuario, el repertorio de temas, el maquillaje, los peinados, etc.....
¿Cómo se sintió la primera vez que subió al escenario en el programa?
Me sentí preparada, me sentí como que todo mi trabajo en los últimos 12 años me había preparado para ese momento, algunos nervios, pero más que todo, la adrenalina, el pensar en que estos son los 90 segundos de mi vida, y lo logré, lo hice, me siento muy orgullosa de mí misma.
Estar en el grupo de Adam Levine, ¿qué reto representa para usted?
Hay demasiado talento en el equipo de Adam. El reto sería en destacarme entre los demás, trabajando duro, siguiendo sus consejos, y más que todo disfrutar cada momento.
Shakira la quería en su grupo ¿la hubiera preferido a ella?
La verdad que ella no hubiera sido mi primera opción, pero todo depende en lo que ella me hubiera dicho, quizás si se hubiera vendido de una manera que me hablara al corazón, hubiera seguido mi intuición y la hubiera escogido.
¿Cómo ha recibido el apoyo por parte de la producción, sus familiares, y sobre toda la comunidad hondureña que la sigue por Twitter?
Los catrachos han sido pero súper, la verdad que quiero mucho al pueblo de mis padres, mi familia me quiere mucho y siempre me ha apoyado, no solo con mi vida personal, sino con toda mi carrera musical.
Ahora que vive este momento, ¿cómo mira en retrospectiva su carrera?
En retrospectiva, la verdad que el trabajo duro paga todas las dificultades en este negocio, todos los rechazos, todas las puertas que se han cerrado en mi cara, no me han tumbado para nada, siempre creí en mi talento, seguí trabajando duro y dándole y dándole, y por fin tengo el reconocimiento del público que tanto he anhelado.
Aunque es muy pronto para hablar, ¿qué expectativas tiene al final de este programa? ¿Qué le gustaría seguir realizando?
No tengo expectativas, estoy aquí, estoy presente, y pase lo que pase, ha sido y será una experiencia inolvidable. Quizá me mude a Los Ángeles a cosechar más oportunidades y relaciones, la “baina” está aquí en Hollywood, la verdad, me he enamorado de esta ciudad, y quizás este será el próximo paso para Karina Iglesias.
De sus viajes de verano a Honduras, ¿qué es lo que más recuerda?
Comiendo baleadas en casa de mis tías en La Ceiba y San Pedro Sula, escuchando discos de Menudo y Los Beatles en el tocadisco de mi tía, y atendiendo la escuela La Salle en San Pedro, donde tuve la oportunidad de aprender a hablar y escribir el idioma español.
Y se despide enviando “saludos a todos mis catrachos”.