Tenerife, Estados Unidos.- En medio de su gira Up All Night: Live in 2025, Jennifer López volvió a generar debate por una presentación que provocó incomodidad en parte del público.
El episodio ocurrió durante su actuación en el Cock Music Fest, celebrado en Tenerife, España.
La artista, de 55 años, apareció en escena con un ajustado body plateado de manga larga y botas a juego, acompañada por un cuerpo de baile masculino que lucía corsés blancos y torsos descubiertos.
La controversia inició con una secuencia en la que JLo se arrodilló frente a uno de los bailarines, fue alzada por otro y se sentó con la entrepierna sobre su rostro.
En otra parte de la coreografía, se subió sobre uno de los danzantes mientras introducía las manos entre las piernas de otros dos. Todo esto como introducción al tema I’m Into You, en lo que varios medios describieron como “una coreografía de alto voltaje”.
@thedailychronicleph Jennifer Lopez turns up the heat in Tenerife with a sizzling, show-stopping performance at the Cook Music Festival! 🔥💃🏽 #JLo #JenniferLopez #TenerifeVibes #CookMusicFestival #PopQueen #DanceAgain #OnTheFloor #LivePerformance #Iconic #StageSlayer
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La actuación no tardó en volverse viral, provocando una avalancha de reacciones encontradas.
Mientras algunos elogiaron la puesta en escena como audaz y provocadora, otros cuestionaron el carácter hipersexual del show. “¿Dónde está alguien que le diga: no lo hagas, Jen?”, escribió un usuario en X.
Otro fue más tajante: “Me gusta su música, pero qué mal ejemplo para las niñas. Piensa en Motown... músicos increíbles que nunca tuvieron que parecerse a una estrella porno para vender”.
No es la primera vez que la Diva del Bronx se enfrenta a críticas similares. En mayo, durante su participación en los American Music Awards 2025, donde también ofició como anfitriona, recibió señalamientos tras besar en escena a un bailarín y a dos mujeres.
En declaraciones a Variety, explicó que "era como una narrativa, una pequeña historia. Toda la idea giraba en torno a los espejos y los reflejos. Me gusta la idea de perder el control”.
La polémica vuelve a poner en el centro del debate el tipo de recursos escénicos que, según algunos, cruzan el límite del espectáculo hacia lo innecesariamente explícito.