LONDRES, NGLATERRA.- El príncipe George, de 9 años, segundo en la línea sucesoria al trono británico, y su hermana Charlotte, de 7 años, caminaron tras el féretro de su bisabuela Isabel II cuando entró en la Abadía de Westminster para su funeral de Estado.
Los dos hijos mayores de Willian y Kate, príncipes de Gales, se sumaron a otros miembros de la familia real en un solemne cortejo fúnebre en el inicio de unas exequias en las que no se vio a su hermano menor, Luis, de 4 años.
Los dos pequeños iban acompañados de Camila, reina consorte esposa del Rey Carlos y su madre Kate, lucían serios. Su vehículo siguió la salida del féretro, cubierto con el estandarte real, la corona imperial, el cetro y el orbe, y la procesión de casi 2 km por el centro de Londres.
El ataúd fue cargado sobre un carro de la Royal Navy que, al son de las marchas fúnebres de Beethoven, Mendelssohn y Chopin, fue tirado por decenas de marinos hasta al Arco de Wellington, en Hyde Park Corner.
Los jóvenes herederos al trono iban en el primero de varios automóviles oficiales, mientras que el tercer hijo de los príncipes de Gales, Luis, de 4 años, estuvo ausente de los homenajes.