Un funesto destino le espera a la humanidad mañana 21 de diciembre de 2012. Por lo menos eso es lo que plantean escritores internacionales, basando sus teorías en el final del 13 baktun maya.
Muchos escriben sobre terremotos, tsunamis y meteoritos, entre otros acontecimientos apocalípticos; mientras algunos más moderados hablan de una renovación espiritual y cambio de conciencia humana, ante el convulsionado mundo de hoy.
No obstante, estos libros en muchas ocasiones carecen de una base científica, valiéndose más que todo de la ciencia ficción, y jugando con los miedos humanos, que en su mayoría son producto de la ignorancia.
Las obras que hablan sobre el final del mundo que fue “profetizado” por los mayas se basan más que todo en especulaciones, de aquellas con las que tanto se ha mercantilizado la cultura maya y todo lo que rodea el final del 13 baktun que es mañana 21 de diciembre.
Pero ¿realmente existen las profecías mayas?, pues para desilusión de muchos no existen tales profecías, ya que la única referencia encontrada en cuanto al final de la era maya (no final del mundo) está en un sitio arqueológico Tortuguero, México, “en un grabado en piedra que indica que en tal equivalente de fecha (y que es el 13 baktun) se termina el calendario de la cuenta larga, el de 5,125 años... No hay nada más dicho por los mayas al respecto. Indican que se acaba el calendario únicamente. Pero como no señalan que debe comenzar otro calendario similar, la gente teme que haya un enigma oculto, una profecía probablemente del fin del mundo”, señaló el escritor hondureño Julio Escoto.
En la revista Imaginación, que dirige Escoto y que este año está dedicada al tema de los mayas, el literato cita las palabras de Erick Velásquez, especialista en grabados de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien dijo: “Tenemos que ser claros sobre esto. No hay una profecía para 2012”.
El autor hondureño acotó que la llamada “profecía maya” fue divulgada originalmente por el arqueólogo Michael Coe, quien utilizó como referencia esa inscripción de Tortuguero, “y como no hay otra que se refiera a fecha posterior (aunque en Palenque hay una fecha mítica de 3,000 años más en el futuro), se llega a suponer que allí acaba el mundo, como si los mayas fueran exactos pitonisos”.
Escoto agregó que “desde luego que no hay tal. Lo que va a suceder es un cambio de estación terrena y, con buena suerte, una mejora de la humanidad”.
El escritor es del pensar que esos espacios vacíos que dan lugar a tergiversaciones, “amedrentan a la humanidad, que siempre anda buscando respuestas a grandes interrogantes vitales”, es por ello que muchos autores han aprovechado “para publicar inventos y todo tipo de disparates”.