Los Ángeles, Estados Unidos.-Sharon Osbourne cumplió el último deseo de su esposo, Ozzy Osbourne, al permitirle despedirse de sus seguidores en un concierto final, semanas antes de su fallecimiento a los 76 años. El evento, realizado en Birmingham, ciudad natal del cantante y de la banda Black Sabbath, reunió a más de 42,000 personas.
Según medios británicos, las aseguradoras habían advertido que no cubrirían el espectáculo si Ozzy insistía en mantenerse de pie durante la actuación, debido a sus problemas de salud.
Sharon intervino para encontrar una solución: logró que se permitiera al artista presentarse sentado en un trono, lo que hizo posible que interpretara cinco temas como solista y cuatro clásicos de Black Sabbath.
El concierto, titulado Back to the Beginning, fue una reunión simbólica de la formación original de la banda: Tony Iommi, Geezer Butler, Bill Ward y Ozzy Osbourne. El espectáculo se celebró menos de tres semanas antes de su muerte.
Ozzy cerró el recital con un mensaje de agradecimiento al público y un texto proyectado en la pantalla: “Gracias por todo. Birmingham por siempre”. La imagen final que se conserva del artista fue tomada en ese escenario, sentado en su trono, rodeado de aplausos y fuegos artificiales.
El martes por la mañana, un equipo de emergencia aérea acudió a la residencia de la familia en Buckinghamshire, tras recibir una llamada de auxilio. Paramédicos intentaron reanimar a Ozzy durante dos horas, sin éxito.
Nacido en Birmingham en 1948, John Michael Osbourne se convirtió en una de las figuras más influyentes del rock tras el lanzamiento del primer álbum de Black Sabbath en 1970. Tras su salida del grupo en 1978, inició una carrera como solista, apoyado por Sharon, con quien tuvo tres hijos. Ozzy deja cinco hijos