La primera dama Ana García de Hernández fue fiel a su estilo a la hora de elegir el vestido con el que acompañó a su esposo Juan Orlando Hernández a la ceremonia de investidura.
Se trató de un diseño sobrio y elegante a la vez, que se mantuvo en los cánones que establece el protocolo para este tipo de eventos. El atuendo, diseñado por Yoyo Barrientos, es un vestido básico en crepé de seda de color blanco, con un gabán (chaquetón) en tono rosa pálido, forrado con guipur blanco, que la hizo lucir estilizada.
Sobriedad y discreción son las palabras que definen este diseño que forma parte de las propuestas que la sección Vida publicó el martes anterior de cómo debía ir vestida la Primera Dama a sugerencia de los diseñadores Miguel Chong y Yoyo Barrientos.
Pero la pauta del look que elegiría Ana de Hernández para la investidura presidencial la dejó ver en eventos previos, como la misa de acción de gracias el domingo anterior en el Santuario de Suyapa, donde se decantó por un atuendo en blonda, con manga tres cuartos, de color amarillo, del diseñador Miguel Chong.
El maquillaje y el peinado que completaron el look de Ana Hernández, de la autoría de la estilista Ana Girón, muestran que menos es más. Se trata de un maquillaje discreto con un fondo natural, acompañado de unos polvos traslúcidos que develaron un rostro de porcelana.
La estilista hizo además una mezcla con el rubor de rosa mate con nude y destacó la mirada con sombras de tonalidades tierra. El peinado fue sencillo y sofisticado a la vez. El recogido estilizó las facciones del rostro de la Primera Dama.