A cuatro días del accidente en el que perdieron la vida Paul Walker y su amigo Roger Rodas, la oficina del forense del condado de Los Ángeles ya dio el informe de la autopsia, y el resultado es que ambos murieron por los efectos combinados del impacto y el incendio subsiguiente.
Las autoridades siguen investigando para determinar qué ocasionó que Rodas perdiera el control del vehículo, a qué velocidad manejaba y si hubo una distracción o algún elemento se les cruzó en el camino.
Un vocero de la Oficina del Alguacil del Condado de Los Ángeles dijo que ha quedado descartada la hipótesis de que Walker y Rodas competían en una carrera con otro auto.
El Porsche Carrera GT 2005 en el que se conducían es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 330 kilómetros por hora, y es reconocido como el más parecido a un carro de carreras, no apto para ser manejado en cualquier tipo de superficie ni por pilotos con pocos conocimientos en autos de carrera.
Cabe destacar que Roger Rodas no era ningún inexperto, ya que además de empresario y filántropo era piloto de carreras y dueño de la comercializadora de automóviles de carrera Always Envolving.
La zona donde ocurrió el accidente debe transitarse a un límite de velocidad de 72 kilómetros por hora.