Entretenimiento

Bohemian Rhapsody cursi pero efectiva

11.11.2018

Tegucigalpa, Honduras
Bohemian Rhapsody es el nombre de la esperada película que llegó con la premisa de contarnos la historia del mítico cantante Freddie Mercury y el ascenso a la fama de la banda de rock Queen.

Protagonizada por Rami Malek y bajo la dirección de Bryan Singer, la cinta comienza mostrándonos a un joven Mercury, que trabaja como despachador de maletas en un aeropuerto, y que tras un encuentro fortuito con el guitarrista Brian May, el baterista Roger Taylor deciden formar una banda, que al tiempo se convertiría en Queen.

A manera cronológica en la cinta vamos conociendo el meteórico ascenso al estrellato de la banda, como nace la canción que le da nombre a la película, quien es uno de los grandes amores en la vida de Mercury, hasta llegar a su emblemático concierto Live Aid de 1985. De manera trepidante el espectador vivirá los altos y bajos que los integrantes de Queen se enfrentaron a lo largo de su carrera.

Y es aquí donde radica uno de los mayores problemas de la cinta, no se puede negar algo, el mito de Queen es enorme y poco o nada se puede contar en una cinta de dos horas y que esté a la altura de una de las bandas más populares del rock. La hechos que nos relata Bohemian Rhapsody son contados de una manera cursi pero efectiva y pensada precisamente para crear emociones utilizando recursos muy baratos del drama.

Rami Malek, es un gran actor y hace una gran interpretación de Freddie Mercury (aunque confieso que me hubiese gustado verlo interpretado por Sasha Baron Cohen quien fue pensado originalmente para el papel).

Lo único que me molesta es esa fijación con sus dientes en algunas escenas del largometraje, que en momentos pareciera más una caricatura de Mercury que una interpretación.

Bohemian Rhapsody es una oportunidad perdida de contar algo muy bueno, al final de la cinta no queda muy claro cuál era el enfoque de la cinta, si era la banda Queen, si la vida de Freddie o su relación con Mary Austin, uno de sus eternos amores.

Debio explorarse más la faceta creativa de Mercury, o como su condición sexual marcó su estilo y su relación familiar. Cintas como Walk the line, Ray, y hasta La vida en rosa son ejemplos mayúsculos de una biografía musical en la que además de exponer a una figura, se habla del momento que vive y el entorno social en el que se desarrollaron.

Para finalizar, no se puede dejar de mencionar que el número musical al final de la cinta es el mejor momento, muy bien logrado y logra transmitir la mismas sensaciones que estar viendo la presentación original en el Live Aid y que redefinió para siempre, a Queen como banda.

Bohemian Rhapsody no es una mala película, es entretenida, lastimosamente quedará en la colección de películas intrascendentes dentro del género musical.