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Tegucigalpa, Honduras.- La baja del general Ramiro Muñoz de las Fuerzas Armadas está ligada a presiones por parte del jefe del Estado Mayor Conjunto (EMC), Roosevelt Hernández, para promover a sus allegados en la Junta de Comandantes.
La Unidad de Investigación de EL HERALDO Plus reveló en exclusiva que Muñoz solicitó su retiro de las Fuerzas Armadas por presiones en medio de una “lucha de poder” que está causando “repudio”, ya que en los últimos meses oficiales activos se han quejado que Hernández quiere pedirle al Congreso Nacional que ascienda a militares afines a él, dijeron fuentes dentro de la institución castrense.
“Entre Roosevelt y Muñoz siempre ha habido una disputa de poder. Ahora que (Muñoz) ya no está se queda solo queriendo imponer a la 29 promoción para quienes han solicitado los ascensos antes del periodo electoral, por lo que ellos serían los que conformarían la nueva cúpula militar”, aseguraron las fuentes.
En el listado, en poder de EL HERALDO Plus, figuran ocho coroneles de la promoción 29, a la que pertenece Muñoz, quienes “le han jurado lealtad y protección” a Hernández, por eso, el próximo jueves sostendrá una reunión a la 1:00 de la tarde con la promoción 29, 30 y 31 para “venderles los ascensos”, confirmaron las fuentes.
“La promoción 29 estaría como nueva cúpula, la 30 es la que comanda actualmente las brigadas y la 31 comanda los batallones”, dijeron, al mencionar que el ambiente dentro de esa institución “es bastante tenso”.
Este rotativo conoció que son 105 los coroneles y generales los que serán sometidos a una terna para saber quiénes serán los nuevos miembros de la Junta de Comandantes, que tomará posesión el próximo 21 de diciembre. De esa cifra, 31 son de la promoción 29, 41 de la promoción 30 y 33 de la 31.
Dentro de la institución castrense se manejan dos versiones sobre la salida de Muñoz: desobediencia a alguna instrucción presidencial o de otra autoridad o enfrentamiento con el jefe del Estado Mayor Conjunto.
Este rotativo informó a mediados de julio que desde que Muñoz tomó el control del Instituto Nacional Penitenciario (INP) cuestionó la línea institucional de las Fuerzas Armadas y su papel en el gobierno actual, una posición que no fue bien recibida por algunos altos oficiales, sobre todo por Hernández.
Además, se conoció que Muñoz habría estado bajo constante observación. Incluso, se mencionó que existían reservas desde la Embajada de Estados Unidos sobre su nombramiento en el INP.
A criterio de Hugo Maldonado, presidente del Comité Nacional para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (Codeh), Muñoz fue relegado de las Fuerzas Armadas porque su promoción (la 29) es una de las facultadas para conformar la nueva cúpula.
Maldonado señaló que a muchos en la actual cúpula del Estado Mayor Conjunto se les vence el próximo mes de noviembre su periodo en el mando y están moviendo las piezas para dejar a quienes son a fines del actual gobierno.
“La promoción de Ramiro Muñoz debería tomar el mando de las Fuerzas Armadas de Honduras, o sea, que a él le corresponde legalmente”, expresó el defensor de los derechos humanos, quien siguió de cerca los cambios promovidos cuando el general estaba en el sistema penitenciario.
Sostuvo que “si usted hace una encuesta a nivel de la sociedad hondureña, le acredito que ese señor (Ramiro Muñoz), es proclamado por la sociedad como el nuevo jefe de Estado Mayor Conjunto”.
Como el actual jefe del Estado Mayor Conjunto, Hernández “ha sido criticado por su triste papel en las elecciones primarias del 9 de marzo, porque no es garantía ni ayer ni hoy para la democracia hondureña y lo estaban vinculado al partido de gobierno, entonces los puntos le subían a Muñoz”, analizó el defensor de derechos humanos.
Consideró que esta situación de hostigamiento que se está generando en la actualidad, se podrá extender en contra de los oficiales que no sean afín a la actual cúpula militar del Estado Mayor.
Fuentes a lo interno de las Fuerzas Armadas dijeron a EL HERALDO Plus que Hernández “ha infundido el temor entre los subalternos”, confirmando lo que cuestionó Maldonado.
Además, comentaron que Hernández miraba a Muñoz “como una verdadera amenaza” porque él era el estratega.
Dijeron que los oficiales ven como una manera política los ascensos promovidos por el jefe de las Fuerzas Armadas y pidieron que se aprueben después de las elecciones generales del 30 de noviembre para que “Roosevelt no se apodere de las Fuerzas Armadas.
La reunión que tendrá Hernández y parte de la Junta de Comandantes el jueves será en las instalaciones del Ejército, en el sector de El Ocotal, al noroeste de la capital. Allí llegarán algunos integrantes de la promoción 29, a la que pertenece Ramiro Muñoz.
También se sumarán los integrantes de la 30 y la 31, promoción de oficiales que tienen derecho a exigir un puesto y de donde podrían surgir los nuevos mandos para la institución armada, encargada de custodiar la democracia de Honduras.
Fuentes al interior de las Fuerzas Armadas consideran que a Muñoz lo están sacando del camino, pasándolo de situación honrosa a retiro, es decir, dándole la baja para poder tener el camino libre y conformar una terna de acuerdo a sus intereses.
Quienes también están aptos para asumir el cargo son los de las promociones 28, pero existen pocas posibilidades debido a que por su antigüedad solo les quedaría un año de servicio y no podrán estar los 2 o 3 años al comando.
Es de tomar en cuenta que en la promoción 29 hay dos generales activos y aptos para ocupar el cargo: el comandante general del Ejército, Héctor Benjamín Valerio Ardón, que sería uno de los más fuertes por la tradición institucional.
Valerio Ardón, quien ascendió a general de Brigada, fungía como subinspector General de las Fuerzas Armadas. En diciembre de 2024, Hernández lo nombró general del Ejército.
Pero además está el actual comandante de la Fuerza Naval de Honduras (FNH), el contralmirante Austacil Hagarin Tomé Flores, que tampoco se descarta que se mantenga en lo más alto de la cúpula militar, ya que es promovido por Roosevelt. En el caso de Tomé Flores, es hermano por parte de padre del diputado de Libertad y Refundación (Libre), Rasel Tomé.
En ese sentido, esta semana comenzarán los cabildeos para definir quienes serán los elegidos de las promociones con opción a dirigir las Fuerzas Armadas, donde están coroneles que irán a ascensos en los próximos meses al Congreso Nacional. Los ascensos son aprobados en el Legislativo desde septiembre hasta antes del 11 de diciembre.
Es de tomar en cuenta que las Fuerza Armadas sólo proponen una ternan sobre quienes pueden ocupar el puesto como jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas por los próximos dos años, pero al final quien decidirá será el próximo presidente de la República que gane las elecciones del 30 de noviembre.
Fuentes dijeron a este rotativo que esa es una de las razones para que Hernández quiere promover a sus allegados, pues “quiere venderle a ‘Mel’ (Zelaya) que tiene el control de las Fuerzas Armadas y que está preparado para el 30 de noviembre”.
Después de las elecciones generales el alto mando de las Fuerzas Armadas debe tener su terna lista el 11 de diciembre, fecha en la que el nuevo presidente o presidenta decidirá quién será elegido para comandar el Estado Mayor Conjunto y asumir el 21 de diciembre.
Para Maldonado, todo lo que está ocurriendo indica que “como en el próximo proceso electoral, al igual que ocurrió en el mes de marzo, no hay certeza de tener elecciones libres y transparentes”.
Tras dejar el Instituto Nacional Penitenciario, luego de que la presidenta Xiomara Castro le pidiera la renuncia en julio de 2025, Muñoz regresó al cuartel en el sector del Obelisco, donde Hernández, jefe del Estado Mayor Conjunto, decidiría si le daba otra misión o lo mandaba a formar parte del club de oficiales en disponibilidad, conformado por una treintena de generales y coroneles.
Fue así como a Muñoz poco a poco lo fueron relegando, pues en enero de 2025 le quitaron la comandancia de la Policía Militar y Orden Público (PMOP), luego el INP, porque se posicionaba como el perfil adecuado para dirigir las Fuerzas Armadas.
Hace 15 días a Muñoz se le ordenó irse como agregado militar a Nicaragua, pero el lunes confirmó en un intercambio de mensajes con este equipo de investigación que no se iría a “países con los que no comparto”. Además, tildó de “castigo" la orden.
Las fuentes consultadas por este equipo dijeron que, en primera instancia, Muñoz había aceptado, pero luego se retractó, alegando que tenía problemas de salud. En la constancia que presentó decía que tenía varias enfermedades de base, pero, además, que tenía el colesterol y los triglicéridos muy altos y que necesitaba atención médica. La petición por condición médica no fue aceptada.
"Imposible que en un país un general tenga problemas por luchar contra el narcotráfico, maras y pandillas y crimen organizado o por no estar de acuerdo con lo que pasó en el proceso electoral", alegó Muñoz en otro mensaje que respondió a EL HERALDO Plus.
Tras la publicación de este rotativo, el coronel Edwin Lara Fuentes, director de relaciones públicas de la institución castrense, argumentó que la baja de Muñoz obedece a una “situación médica”. Además, confirmó que se le propuso para un puesto y que “él por cuestiones médicas dijo que no podía ir; el siguiente paso que él hizo fue solicitar su retiro".
"Usted sabe que la la institución tiene sus normas, una agregaduría militar es un puesto muy digno que goza de muchas prebendas por ser parte del cuerpo diplomático y en esta ocasión lo que le digo, lo que nosotros conocemos del caso es que el general Muñoz solicitó su retiro por cuestiones médicas", insistió Lara.
Las fuentes afirmaron que Muñoz recibió un ultimátum para aceptar el cargo y que lo amenazaron de "meterlo preso por malversación de caudales públicos y tráfico de influenzas en la Policía Militar y el Instituto Nacional Penitenciario", por eso prefirió presentar su baja y que su retiro, que ya fue aceptado, fuera con todas las prebendas.
La información fue confirmada por Lara, quien aseguró que "los oficiales de la antigüedad del general Muñoz ya gozan de un retiro, lo cual está dentro del sistema administrativo de las Fuerzas Armadas y no genera ningún tipo de controversia ni nada, es una situación normal que pasa en todas las generaciones".
“La antigüedad del general Muñoz le permite ya pasar a la condición honrosa a la condición de retiro, y es lo que está pasando, nada más, está pasando a la condición de retiro, como se retiran todas las promociones al tener un tiempo”, comentó.
Afirmó que ya está la solicitud de retiro, misma que será efectiva en diciembre, dijeron las fuentes a EL HERALDO Plus.
Lara, además, negó que la baja se deba a situaciones de ideología pues “las Fuerzas Armadas están para apoyar a la población, y como dice mi general, ‘las políticas del Estado son las políticas que cumple la Fuerza Armada’. Nuestro trabajo ha sido apoyar al gobierno en todas las campañas, tanto de repartición de víveres, asistencia humanitaria en desastres naturales, brigadas médicas, y una serie de programas que ustedes lo conocen porque ustedes lo publican”, dijo a periodistas Lara.
Argumentó que buscarán "oficiales que tengan las condiciones para ocupar el puesto" en Nicaragua que Muñoz se negó a aceptar, prefiriendo retirarse de la institución castrense con todas sus prebendas.