Tegucigalpa, Honduras.- EH Verifica y la Universidad Complutense de Madrid (UCM), a través de su Observatorio de la Desinformación, pusieron en marcha una alianza para estudiar la desinformación que rodeó las elecciones generales de Honduras del 30 de noviembre de 2025.
Las partes sellaron el acuerdo semanas antes de la jornada electoral y montaron un sistema de observación que siguió los incidentes reportados antes, durante y después de los comicios, con el objetivo de describir patrones, actores y narrativas que distorsionan la conversación pública.
El monitoreo se centró en tres frentes que impactan la confianza ciudadana: bulos electorales que alteran hechos verificables, encuestas falsas usadas para influir en percepciones de ventaja o “voto útil”, y expresiones de odio que buscan deslegitimar a adversarios o intimidar a comunidades.
Los verificadores de EH Verifica coordinaron el trabajo, consolidaron reportes y definieron criterios para clasificar cada caso según su formato, canal de difusión y posible efecto.
Para levantar la información, el equipo trabajó con un protocolo común: identificó publicaciones virales, rastreó su origen y registró si el contenido reaparecía con cambios de formato o de contexto. Cuando un caso involucró datos sensibles —como resultados, papeletas o decisiones del Consejo Nacional Electoral (CNE)—, los verificadores priorizaron contrastes con fuentes oficiales y especialistas.
Así, el registro buscó medir alcance y riesgo, no solo “desmentir”.
La alianza también incorporó un componente formativo. Estudiantes de Periodismo y alumnos de la maestría en Ciencias Políticas y Gestión Electoral de la Universidad José Cecilio del Valle (UJCV) participaron en la recolección y el registro de evidencias, bajo supervisión editorial y académica. El equipo documentó capturas, enlaces y mensajes, y elaboró fichas con contexto, fecha y descripción del contenido, para facilitar el análisis posterior.
Del aula a la evidencia
Académicos de la UCM —vinculados al Observatorio de la Desinformación— y de la UJCV se sumaron como asesores metodológicos, junto con coordinadores y decanos que respaldaron la logística y la articulación interuniversitaria.
La mirada universitaria aportó herramientas para ordenar los hallazgos y discutirlos con rigor: cómo se propaga un bulo, qué gatillos emocionales utiliza el discurso de odio o por qué una encuesta apócrifa circula con apariencia de legitimidad.
Con la base reunida, los socios preparan un documento científico que sistematice lo observado y proponga recomendaciones para periodistas, autoridades electorales, plataformas y ciudadanía.
El propósito final apunta a fortalecer capacidades locales para detectar y reducir la manipulación informativa en futuros procesos, y a dejar evidencia pública sobre las estrategias más recurrentes en el ecosistema digital hondureño actual.