Tegucigalpa, Honduras.- Los procesos electorales que se realizan cada cuatro años en Honduras no solo tienen un millonario costo para las finanzas públicas, sino que impactan en la economía. Aunque se aprobaron 1,492 millones de lempiras para financiar los comicios primarios e internos del 9 de marzo próximo, está pendiente que el Tribunal de Justicia Electoral (TJE) y el Registro Nacional de las Personas (RNP) dispongan de la asignación correspondiente para cumplir con sus funciones.
El crecimiento de la economía de Honduras en 2017, que fue año electoral, fue de 4.8%, con una variación interanual de 0.9%. En el 2021, cuando tuvieron lugar las últimas votaciones, hubo un crecimiento económico de 12.5% cuando se proyectaba una variación entre 3.2% y 5.2%, según el Banco Central de Honduras (BCH).
De 3.5% a 4.5% es el pronóstico para el Producto Interno Bruto (PIB) para 2025, y según expertos se cumpliría con esta proyección, pero está sujeta al desempeño de las distintas actividades que podrían verse afectadas por la conflictividad política.
Implicaciones
El expresidente del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), Luis Guifarro, dice que los impactos que se dan en cualquier sociedad, en la economía en particular, es que cuando se habla de un proceso electoral es que la actitud de los tomadores de decisiones, por el lado de los inversionistas, están retraídas. “La expectativa y en ese contexto no tenemos posibilidad de que ocurran nuevas inversiones y están esperando cuál puede ser el desenlace”, subrayó. A raíz de la posición confrontativa asumida por el gobierno de Xiomara Castro con el sector económico privado, se ha venido generando incertidumbre desde el 2022, señaló Guifarro.
“El impacto que tiene en la economía los años electorales lo hemos visto por décadas, ya que en estos períodos -y las estadísticas lo demuestran- se eleva abruptamente el gasto corriente en remuneraciones, compras y suministros, transporte y todo lo que tiene que ver con la campaña política”, consideró la experta en materia económica y financiera, Liliana Castillo.
Enfatizó que “esto hace que recursos que deberían de destinarse a sectores que realmente tienen impacto en el crecimiento y desarrollo de los países como ser salud, educación e infraestructura no se ejecuten por falta de fondos; hay que hacer una revisión y el dinero que se necesita para esas actividades políticas deberían de ponerlo los mismos candidatos a cargos de elección popular en lugar de abusar de fondos del presupuesto”.
El Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh) subrayó en una publicación que históricamente las justas democráticas en la nación han sido gestionadas en desorden presupuestario sin planificarse de manera rigurosa, también responsable.