por respeto no celebraría, pero...veremos”

San Pedro Sula. La redonda lo llevó a convertirse en uno de los últimos mimados del mundo olimpista, pero el ritmo de esa misma número cinco lo enfundó en la archirrival camisa aurinegra y ahora lo tiene palpitando un partido que, por mucho que disimule, tiene que ser un desafío muy especial para Ramiro Bruschi. “Tengo que defender esta camiseta, antes me tocó hacerlo con la del Olimpia, ahora lo haré de la misma manera con la de Real España”.

-¿Pero alguna vez te miraste vestido de aurinegro? Je, je, jugué en Peñarol de Montevideo, que es del mismo color, pero esto es un trabajo y si no soy yo pues nadie me va a dar para que mi familia coma.

Así se confiesa el uruguayo (atractivo de los reflectores en la previa del clásico moderno) al disfrutar el partido del sábado en el Nacional, precisamente el estadio que coreó su nombre durante seis años y que lo vio celebrar ocho títulos vestido de blanco. Todo eso debería hacerle sentir un cosquilleo extraño por enfrentar a sus examigos y exafición, pero “estoy tranquilo, sensación rara para nada, es un partido más. Olimpia fue el equipo que me abrió las puertas en Honduras, estoy agradecido con eso, pero ahora estoy en otro equipo”.

Por eso -sale de la boca de la Rata- el desafío del sábado “voy a tomarlo como un partido más, así como respeto a Marathón, a Platense o Motagua, a todos los equipos... Así respeto a Olimpia, pero ahora estoy con Real España y las cosas espero que me salgan bien”.

-¿Pero habrá festejo si anotas? Hay que ver cómo está la situación, por respeto no celebraría, pero en ese momento uno se emociona y bueno...siempre celebra. Veremos qué pasa.

Habiendo estado tanto tiempo en Olimpia sabe que “a todos los equipos les cuesta en Tegucigalpa, se hacen fuertes de local ellos, sabemos que es un grande”, pero ahora que está al otro lado es el más indicado para aconsejar que “debemos plantear nuestro juego y hacer las cosas bien; es un partido muy difícil, trataremos de hacer lo nuestro como se hizo ante Platense”.

Justamente el partido en el que demostró todo su potencial al dar una asistencia y estrenarse en las redes como goleador catedrático y que enciende la esperanza del mundo catedrático: ver muchos goles de Bruschi.

“Yo también y mi familia (también los esperamos), bueno, Dios primero que se logre, pero lo principal es tratar de aportarle al equipo”, dice la Rata, quien se confiesa “feliz de estar aquí en el España”.

Eso porque “sé que mis compañeros me están apoyando, la dirigencia tuvo la confianza en contratarme, se había hablado muchas cosas que yo era un jugador que pasaba mucho tiempo lesionado, pero gracias a Dios hoy estoy bien”... Y más que listo para jugar un desafío que tiene un tinte muy peculiar...