Tegucigalpa, Honduras
Si bien cada una de las coronas se conquistaron con diferentes tintes y sus propias particularidades, la ruta hacia ambos cetros estuvo marcada por una misma filosofía de fútbol alegre que implantó Héctor Vargas desde su llegada a Olimpia a inicios de 2014.
Entre el título conquistado en el Clausura 13/14 y el del Clausura 14/15 encontramos bastantes puntos en común en cuanto a la forma de juego, aunque los números del último son claramente superiores...
|
Tridente con 18 goles
Aunque en el recién finalizado campeonato estuvo más marcado un tridente ofensivo, en ambos apostó por tres hombres en la parte de adelante y eso le dio muy buenos resultados al León Formoseño.
En 2014, el estratega argentino apostaba por un mediapunta como Omar Guerra, Romell Quioto (que comenzó como volante izquierdo y terminó como delantero) y Roger Rojas, que alternaba su puesto con Anthony Lozano.
Entre el colombiano (cinco), el Romántico del Gol (cinco) y el Ro-Ro (ocho) convirtieron 18 de los 31 goles anotados por Olimpia. “Tenemos hombres que en cualquier momento pueden hacer goles y eso es una ventaja. Si te atacan, está un tipo como Quioto que es muy veloz y potente”, dijo en su momento el técnico de 56 años. Si sumamos los seis tantos del Choco, entre ellos marcaron el 77.42 por ciento de las dianas firmadas por aquel equipo Albo que se coronó en penales (4-2) ante Marathón.
Un trío con 34 dianas... Muy parecida idea plantó Vargas en el último torneo, aunque con una versión que a todas luces fue mejor que la primera. Con Romell Quioto y Anthony Lozano como dos de los muchos sobrevivientes del primer campeonato y con Javier Estupiñán ocupando el lugar de Roger Rojas, Vargas patentizó un tridente que se apoderó del 79.07 por ciento de los goles marcados por el equipo y superaron ampliamente lo hecho por aquel trío del año anterior.
Los Blancos anotaron 43 tantos en los 22 partidos jugados y 34 de esos fueron firmados por estos tres nombres. Los ocho de Quioto, los siete de Estupigol y los 19 de un intratable Choco reflejan el poderío ofensivo de un tridente que le sacó casi el doble a aquel de 2014 (34-18).
“Los tres nos entendemos muy bien, Romell es un tipo muy potente y Estupiñán es alguien que pivotea muy bien y gana pelotas arriba, entonces nos entendemos bien, es un trabajo en conjunto”, dijo Lozano en reiteradas ocasiones al hablar del tridente olimpista.
Un claro ascenso... A pesar de que en el camino hacia el título 29, Vargas matriculó un once mucho más constante que el de la ruta hacia la estrella 28, en las dos consagraciones mantuvo una similar idea de juego, que fue en constante ascenso. Mientras en el antepenúltimo torneo de liga los Blancos sufrieron cuatro derrotas (18.18%), en el último solo cayeron en uno (4.55%) de los 22 partidos disputados en el certamen. En el camino se han cambiado piezas y se ha apostado por implementar nuevos detalles, pero no se ha modificado el estilo y eso se ve evidenciado con dos títulos. La 28 y la 29 fueron conquistadas con el sello de Vargas...