No solo es el mordelón por excelencia en el mediocampo merengue, sino que también es uno de los más extrovertidos en el club y eso lo evidencia con sus constantes cambios de look, con los que a menudo llega a la guarida.
Luis Garrido, el contención de Olimpia y de la H, no es muy amigable con la monotonía y a cada momento rompe con ella. Primero, el de Jutiquile decidió hacerse el famoso corte del mohicano (tal como Mario Balotelli, David Beckham y otros), pero con el cabello teñido de rojo.
Luego, a ese corte quiso agregarle otro toque y se dibujó tres estrellas en el parietal derecho de su cabeza.
Un tatuaje para su madre
Sin embargo, los peinados llamativos no bastaron para el mediocampista y en el presente mes se tatuó un par de símbolos en su brazo derecho.
“Recién me lo hice, significa que estoy con la familia, la cultura, mi madre, y por último me hice el nombre de mi mamá, que es algo muy normal”, explica Garrido. Sí, la última ocurrencia del volante fue tatuarse el nombre de Delia en su brazo derecho y esto, como él mismo lo dijo, en alusión a la persona que lo trajo a este mundo y que en cada partido está atenta para echarle porras desde Olancho.
“Ya días quería hacérmelo, me llené de valor y me lo hice”, dice Luis, quien despeja la incertidumbre de saber si en el futuro se hará más tatuajes:
“Es el único, otro tatuaje no me lo vuelvo a hacer en mi vida, suficiente con este, para qué más, tengo lo que quiero, que es el nombre de mi madre”.