Arrecia el calor en la gran ciudad y las ganas de gloria multiplican el ritmo de un termómetro que está por explotar...
En la Selección hay tiempo para concentrarse, “por ahí en las noches o en las cenas hacemos algún ejercicio mental”, y para exponer en la camiseta el clamor de un pueblo: “Acá en San Pedro Sula, la H clasifica”, se lee en la espalda de la camisa tipo Polo de Luis Fernando Suárez, el DT de la H, que ha tenido tiempo para atender compromisos de publicidad.
Orgullo colombiano
Por ahora, lo que más quiere el cuerpo técnico de la Bicolor es que el futbolista esté cómodo, tranquilo, para que el viernes explote el colectivo. Entonces, Luis Fernando Suárez es el nombre que más suena. Pero solo por ahora...
El mismo entrenador colombiano respondió la pregunta de un aficionado, que se imaginó un hipotético escenario de clasificación el viernes por la noche. “No sé cómo voy a celebrar, solo quiero lograrlo. Seguramente me sentiré orgulloso, pensaré en mi familia, en mis tres hijos y de ahí respiraré hondo, buscaré esconderme, no tener mucho contacto con el entorno y pasar con un perfil bajito, porque la victoria es de los jugadores”.
De frente con el pueblo...
A petición de Diunsa, uno de los principales patrocinadores de la Selección, el sudamericano estuvo presente en las últimas horas de la mañana en Diunsa Pedregal, donde compartió con periodistas y aficionados, mientras los jugadores se concentraban en el entrenamiento vespertino.
Tras reconocer que hubo “dos o tres momentos en los que quise irme, sobre todo cuando le ganamos a Cuba en SPS y sentí un ambiente hostil hacia mí, con preguntas cargadas de odio”, el timonel empezó a contestar de fútbol...
Dijo que no habrá muchos cambios en la formación que arrancará el viernes ante Costa Rica. “Ojalá no haya lesiones; por lo demás, no habrá ninguna sorpresa”. Y examinó con lupa al enemigo íntimo, el equipo de su colega y compatriota Jorge Luis Pinto. “Costa Rica fue a atacar a todas las canchas donde jugó, por eso clasificó tan rápido, así que acá vendrá igual, a ganar, no creo que cambie la actitud. Jorge Luis llamó a todos los que acostumbra y lo espero con línea de cinco, dos contenciones, dos más adelante y un punta. Es un equipo agresivo en la mediacancha, con jugadores de buen pie como Ruiz, Campbell o Borges”.
- ¿El futbolista hondureño cómo tiene que jugar este clásico?
- Con inteligencia. Aunque el corazón esté latiendo, la cabeza tiene que estar fría. No hay que dar una bola por perdida.
- ¿Nota ansiedad en el grupo? - No. Veo mucha disposición y, como se ha venido repitiendo esta semana, lo mejor es que dependemos de nosotros mismos y eso ayuda mucho. El porcentaje para clasificar está más del lado nuestro que de México y Panamá.
Sin distracciones
Con una frase (“el tema más importante son los que están”), enseguida Suárez zanjó la polémica de Julio de León, atizada por un aficionado que escribió en las redes sociales.
“Quiero apelar a la comprensión de la gente para no crear polémica en estos momentos en los que veo en San Pedro Sula un ambiente positivo para lograr el objetivo. Vivamos un clima de solidaridad, apoyémonos todos”, pidió.
Y como no hay que fabricar crispaciones como en los años ochenta o noventa, habrá que retomar el clima futbolero. Y hablar de Jorge Luis Pinto no sería nada mal. “Lo admiro mucho porque es un tipo al que le gusta ganar siempre; él ha sido un ganador, cuyo objetivo más grande ha sido clasificar a un mundial y lo acaba de lograr. Sé que mandará a Costa Rica a poner todo”.
- Dijo Jorge Luis Pinto que no le agrada jugar a las 3:00 de la tarde. ¿Qué piensa?
- Pues si no le gusta a Jorge es una buena noticia para nosotros... ¡ja, ja, ja!
- ¿Usted cree que es ventaja para Honduras?
- Hay que imponernos jugando, hay que ser inteligentes tácticamente. Lo del clima es algo secundario.
Hora de confesiones
Casi por acabar el tiempo, minutos antes de poner los últimos acentos al trabajo en el estadio, Luis Suárez no se quiso despedir de la charla sin reconocer que “soy más cerebral que emotivo, por eso no soy de celebrar mucho los goles”, aunque la chilena de Juan Carlos García ante
Estados Unidos o los goles del Aztecazo “han sido los que más grité. Es que generalmente los goles me agarran en otra cosa, tratando de corregir algo”.
Indudablemente que no todo es publicable. “¿La arenga en el camerino antes del juego? ¡Je, je!... saldrá del corazón, es mejor no prepararla”.
Pero sí es publicable anticipar el futuro y decir que “jugar en el Maracaná sería impresionante, ojalá nos toque. Me gustaría jugar en cualquier estadio de Brasil, porque es un país futbolero, como lo fue hacerlo en el Mundial de Alemania. Se respira fútbol todo el día”.
Y acá también. El balón es la religión de este pueblo que solo quiere ganar o ganar el gran clásico del área.
