Deportes

Cuatro puntos claves que marcan el desempeño de los Lobos de la UPNFM

No contratan jugadores extranjeros, nadie gana más de 1,000 dólares mensuales, su técnico es el único hombre inamovible en la plantilla y sus jugadores deben estudiar paralelamente al fútbol

08.05.2019

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- No tienen jugadores de renombre, no tienen títulos en Liga Nacional, tampoco figuran en la lista de los equipos grandes del país.

Sin embargo, su organización y estructura los posicionan como un modelo de club a seguir tras clasificar por primera vez a unas semifinales en Primera División.

Los Lobos de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM) han sabido ganarse el respeto de muchos, pese al poco tiempo que tienen en la competencia nacional.

Son cuatro puntos importantes los que marcan el desempeño de la Jauría:

1. Cero futbolistas extranjeros: En la Manada, una de las políticas más sólidas es la no contratación de futbolistas extranjeros. “Son tan escasas las oportunidades que las pocas que hay no se las podemos dar a un extranjero”, expuso el vicepresidente del club, Darío Cruz.

2. Techo salarial: También, la junta directiva ha establecido que el techo salarial sea de mil dólares (24,460 lempiras), lo que implica que ningún jugador pueda ganar más que eso.

“Varios presidentes de otros equipos me preguntan qué hacemos; bueno, yo les comento que pagamos lo que nosotros podemos”, enfatizó.

Vea: Honduras de El Progreso vs Real de Minas

3. Entrenador inamovible: Pase lo que pase, el entrenador Salomón Názar es el único hombre que es inamovible en la plantilla universitaria porque han determinado un proyecto a largo plazo.

“Estuvimos un tiempo que no ganábamos, él se reunió con la directiva porque quería hacerse a un lado y le dijimos que no, que aunque perdiera el resto de partidos seguiría al frente”, sostuvo.

4. Educación: Los jugadores tienen que involucrarse en temas educativos como norma de la institución. “A unos los matriculamos en el colegio, otros en la universidad y hay una parte que no quiere estudiar, pero los ponemos en cursos de inglés o informática; tiene que quedarles algo para la vida”.

A pesar de ser considerado un cuadro pequeño y modesto, han demostrado dotes de grandeza. “Ese es nuestro espíritu, somos un equipo aguerrido que no se da por vencido y que siempre lucha, hasta el final”.