Managua, Nicaragua.- Lo que anoche ocurrió en el gimnasio del Instituto Nicaragüense de los Deportes quedará guardado como una de las páginas más emocionantes del voleibol juvenil centroamericano.
La Selección Sub-15 femenina de Honduras, considerada outsider al inicio del torneo, firmó una actuación memorable al derrotar a la anfitriona Nicaragua y asegurar su presencia en la final de la II Copa Centroamericana Invitacional.
El encuentro fue una montaña rusa de emociones: Honduras tomó ventaja con un sólido 2-0 que silenció por momentos a la afición local. Pero las nicaragüenses, empujadas por el apoyo mayoritario, reaccionaron con fuerza para igualar el partido y llevarlo a un decisivo quinto set que puso a temblar hasta a los más tranquilos.
Ese último capítulo fue pura tensión. Con el marcador 14-11 a favor de Nicaragua, todo apuntaba a una celebración local. Sin embargo, las catrachas demostraron un temple que pocos equipos de su edad pueden presumir: punto a punto, empataron, resistieron tres posibles finales en contra y terminaron concretando una remontada épica para cerrar 20-18, desatando la euforia del banquillo hondureño.
El triunfo no solo selló su pase a la final, sino que confirmó el gran momento de Honduras, que ya había vencido a Guatemala y Belice en sus presentaciones previas. Esta tarde enfrentarán a El Salvador en un duelo que podría darles aún más impulso de cara al domingo, cuando disputarán el título a las 6:00 p.m. en Managua.
Mientras tanto, Nicaragua, Belice y Guatemala deberán pelear el último boleto en una jornada clave para definir a la otra finalista.
Honduras, contra todo pronóstico, se ha convertido en la sensación del torneo y en un equipo que juega sin miedo, con corazón y con una convicción que se está robando todas las miradas.