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Adán Ramírez cree que la afición del Platense no lo recibirá bien

El mediocampista dice que no todo lo que vivió en el cuadro porteño fue color de rosa. “Me adulteraron el contrato y los demandé”, dijo

Motagua
08.03.2012

El tema de moda en Motagua es Platense. Ayer el técnico Pepe Treviño designó al volante Adán Ramírez para dar declaraciones a la prensa.

Parecía una entrevista común y corriente pero, lentamente, de la boca de Adán comenzaron a surgir frases despectivas en contra del conjunto escualo. Ramírez tuvo sus orígenes en el Tiburón y también asegura que no siente nada por el equipo que pelea el descenso en el último lugar de la tabla.

“Deseo que Platense se levante de esa incómoda posición, pero no a costillas nuestras sino de otro equipo. En Motagua sabemos que iremos a traer los tres puntos a Puerto Cortés y pase lo que pase tenemos que regresar con el triunfo”, dijo. Adán Ramírez manifestó que salió por la puerta de atrás del Tense.

“A mí no me hubiese gustado salir de mala forma en Platense porque lo hice por la puerta de atrás, pero yo cumplí con mi contrato que era de cinco años aunque estaba adulterado. Demandé al equipo ante el TAF y gané el caso. Ahora me debo a Motagua”.
“Ganaba una papada”

Uno de los resentimientos que el volante derecho tiene con los porteños, es que mientras estuvo en el Tiburón, los dirigentes le dieron mayor apoyo a los extranjeros y se olvidaron de los futbolistas nacionales. “A nosotros nos pagaban una papada. No ganábamos un buen sueldo pero nos matábamos por Platense. Hace poco, ellos trajeron unos extranjeros y son paquetes. No tengo nada contra los que vienen de afuera, pero hay gente que prefiere pagarle bien a un foráneo que a uno mismo como catracho”.

Ramírez cree que la desunión es lo que tiene al Tense a las puertas de la segunda división. “El problema en Platense es que no hay unidad en su directiva porque están los directivos de Puerto Cortés y los de San Pedro, que no se acercaron al grupo mientras yo estaba en el conjunto”.
Espera un recibimiento hostil. La última vez que Ramírez visitó el Excélsior, fue insultado por los hinchas del Tiburón, le lanzaron basura, vasos de cerveza y hasta orines mientras salía a los camerinos. “Siempre me han recibido mal los aficionados de ahí, pero yo estoy tranquilo pensando en hacer un buen trabajo sin importar lo que digan o hagan en las gradas. Yo llegué a ser capitán del Platense, la gente me recuerda, jugué muchos partidos... pero en Motagua quiero seguir ganando y buscar el primer lugar del torneo”.