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Chelato Uclés y cómo se gestó la operación exitosa en España 82

EL HERALDO cuenta interioridades de lo que ocurrió en el campeonato donde Honduras deslumbró al mundo

29.04.2021

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Corría el año de 1980. Presionados por Washington, los gobiernos militares en Honduras estaban en el ocaso. Una era en democracia y llena de deporte se asomaba en el horizonte.

Para entonces, don Pedro Atala acompañado de Carlos Mariano Martínez, Jacobo Goldstein y otros ilustres dirigentes del deporte se hacían cargo de la Federación Nacional Deportiva Extraescolar de Honduras.

Con certeza, determinaron entregarle la dirección de la selección mayor de fútbol al entrenador José de la Paz Herrera, quien ya gozaba del sobrenombre de 'Chelato Uclés' y falleció este miércoles 28 de abril del 2021 a los 80 años.

Para ese entonces, “el coach”- como decían los narradores deportivos de aquel tiempo- ya gozaba de cierto prestigio, había dirigido con buenos resultados al Motagua entre 1969-70, al Olimpia (1970-71/1971-72), al Real España (1971-72/1975) al Marathón (1975-1977) y al Broncos de Choluteca.

Además de que en 1974 ya había hecho campeón al Real España, sus equipos mostraban buen fútbol, así que los federativos lo llamaron para que se hiciese cargo de la Selección Nacional de Honduras.

En el proyecto para clasificar al mundial de 1982 Herrera se hizo acompañar de Francisco (El Panchón) Guerra como asistente; de Clovis Morales como preparador físico, del quinesiólogo Germán García, del utilero Pedro Velásquez y del psicólogo Teodosio Mejía.

En enero de 1980 hizo la primera convocatoria de jugadores y el 6 de marzo del mismo año Chelato Uclés debutó como técnico de la selección en un partido contra Costa Rica, en el estadio Tiburcio Carias, el cual terminó en un empate 1 a 1.

Herrera concentró su equipo en el campo de los Scout en Valle de Ángeles, ubicado a unos 45 kilómetros de esta capital.

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Las condiciones no eran las mejores para un atleta, para una selección de alto rendimiento, ya que dormían en colchonetas y tenían que caminar para ir a comer; sin embargo los convocados mostraban un enorme compromiso, inspirados en la confianza y la seguridad que el técnico transmitía, contó Héctor Zelaya, anotador del primer gol de Honduras en un mundial.

“Creímos mucho en él, porque es una persona muy estudiada, muy entregada, ama a Honduras. Se dio de una gran manera a la selección a tal grado que mientras nosotros después del entrenamiento descansábamos, Chelato se iba a estudiar, a analizar los rivales. Así, nos facilitaba el trabajo”.

“Él es una persona muy estudiosa del fútbol y yo lo veo como un verdadero maestro. El cariño que siente por el país se lo transmitía a uno y eso fue el secreto para poder lograr esa clasificación”, contó Zelaya.

Este discípulo definió a su maestro como un hombre perfeccionista en sus cosas, enojado algunas veces, pero 'como nosotros ya lo conocíamos, cuando fallábamos en algo nos llamó la atención fuerte”.

Recordando la travesía que tuvieron que recorrer para lleva a Honduras a una copa del mundo, Zelaya manifestó que “esas dificultes fueron mínimas para las cosas que nosotros logramos por el país. Después de muchos años, la gente recuerda a este grupo con mucho cariño, eso no tiene ningún precio”.

Este equipo de Chelato Uclés fue realmente exitoso. En 1980 Honduras logró el campeonato a nivel de Centroamérica, luego en 1981 fue campeona de la Confederación Centroamericana y del Caribe de Fútbol (Concacaf).

Posteriormente, de manera solvente alcanzó el derecho de asistir al mundial de fútbol de 1982, realizado en España, donde el estratega dirigiendo a sus pupilos con sencillez y sabiduría impresionó al mundo.

Para los amantes del fútbol, aprenderse los resultados del Mundial de España 82 casi equivale a memorizarse las tablas en matemáticas: empate a un gol con la poderosa anfitriona España, iguales con Irlanda del Norte (1-1) y derrota (1-0) ante Yugoslavia.

Con el empate ante la Roja saboreamos la gloria, pero antes de ese partido las apuestas daban por seguro un desfile de goles en la guardameta hondureña por las 10 veces que El Salvador (un día antes) recogió el balón en su red a consecuencia de los potentes delanteros de Hungría (un vergonzoso 10-1).

Cuentan que quedaba un minuto para que Honduras saltara a la cancha ante la Madre Patria.

De repente el entrenador José de la Paz Herrera entraba al camerino para dar el último dato técnico. Chelato se paró frente a la pizarra… e indicó cómo Rafael Gordillo se incorporaba por izquierda y qué debían hacer Tecate y Gutiérrez para detenerlo, cómo evitar las llegadas de la Roja, cómo enfrentar a Alonso y Zamora... de la magia de Juanito (QEPD), y cómo aprovechar la pegada del Macho y Betancourt.

En ese momento, el maestro miró la táctica. Respiró profundo. Borró todo como si estuviera viviendo con el futuro y escribió: “Señores… en 90 minutos el mundo hablará de nosotros”.

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Después de España 82

Herrera dirigió el siguiente ciclo hacia el mundial de México, pero esta vez quedó en segundo lugar y como solo había un cupo a esa justa deportiva, entonces el equipo que asistió fue Canadá.

Luego por tercera vez lideró a la selección para asistir al mundial de 1990 en Italia, sin embargo esta vez la oncena fracasó en los primeros partidos.

Pero ahí no terminó la relación de Chelato Uclés con las selecciones. En 2005 apareció nuevamente al frente de ella y Honduras tuvo una de sus mejores presentaciones en la Copa Oro.

Pero el gran maestro del fútbol hondureño, así como es de imponente dentro de las canchas, fuera de ellas también es controversial por sus apreciaciones y sus frases en lo deportivo y lo personal.

Para la crónica deportiva, no importa lo que ahora Chelato Uclés haga o diga, él ya tiene ganado un sitial en el fútbol y un espacio en el corazón de los hondureños.