Buen Provecho

Hábitos sanos: 10 formas de enseñar a tus hijos a comer

Decálogo para fomentar paladares aventureros y rutinas alimenticias saludables en los más pequeños. El aprendizaje empieza en el hogar; papá y mamá, los mejores ejemplos
13.06.2022

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Es desde las primeras semanas de gestación que el gusto comienza a desarrollarse, para el segundo trimestre ya está activo. Por ende, la alimentación de la madre, tanto en el embarazo como en la lactancia, además de nutrirlos a ambos, influye en los gustos del bebé y puede resultar favorable al comenzar la alimentación.

Los padres deben ofrecer una dieta sana y variada, además de ser un buen ejemplo. Y lo más importante: al enseñarles a comer de todo, contribuyen a que gocen de buena salud en los años venideros.

A lo largo de la vida perdemos papilas gustativas, lo que justifica el cambio de gustos en distintas etapas. Es indispensable que el niño aprenda a comer de todo a temprana edad.

Stephanie Reuben, nutrióloga clínica, te brinda 10 consejos para enseñar a tus hijos el buen comer:

1. Desde el embarazo y durante la lactancia, incluye en tu dieta alimentos saludables de todos los grupos (proteínas, carbohidratos, grasas, frutas, verduras, legumbres, lácteos) y variedad de sabores.

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2. Una vez iniciada la alimentación complementaria, haz de la variedad tu aliada: en papilla o usando el método “baby-led weaning” (ofrecer el alimento entero para que el bebé conozca diferentes texturas, siempre siguiendo las guías acordes a la edad; para saber hacerlo y evitar atragantamiento, consulta al pediatra). Presenta de diferentes maneras: crudo (si es factible), hervido, asado, caliente, frío... Incluye frutas y verduras de diferentes colores para proveer toda la gama de nutrientes.

3. Promueve la variedad de sabores. Es normal que los bebés muestren mayor aceptación hacia lo dulce: la leche materna y la fórmula lo son, así que el resto de los sabores resultan nuevos para ellos.

4. Tú decides qué ofrecer, el niño determina la cantidad y lo que quiere comer dentro de las opciones. Obligarlo a comer, alegando los beneficios del alimento, sólo provocará rechazo y resistencia hacia lo sano.

5. Haz de la mesa un momento divertido. Cuando la hora de comer se vuelve estresante, puede haber pérdida de apetito y asociaciones negativas con los alimentos.

6. Involucra todos los sentidos: permite que ellos huelan, toquen, se ensucien y jueguen con la comida, presenta el plato con figuras; por ejemplo, usa el brócoli como árbol, una rodaja de papa al horno como la cara de un niño con pelo de carne picada, ojos de chícharo y sonrisa de aguacate.

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7. Ofrece el mismo alimento varias veces. Algunos estudios concluyen que agarrarle el gusto a alguna comida puede tomar hasta 15 exposiciones. No desistas y asume disgusto tras un par de intentos.

La exploración de nuevos sabores inicia desde el vientre y se afianza en casa, especialmente durante el primer año de vida.

8. Predica con el ejemplo. En esta etapa ellos conocen sólo lo que ven, depende de ti su seguridad al probar alimentos nuevos. Cuide su alimentación y evita catalogar la comida como buena o mala.

9. Evita a toda costa el uso de pantallas durante la hora de comer. Solamente serán un distractor, harán que se pierda la explosión de sabores que podamos sentir en la boca.

10. Descarta los menús infantiles: Mejor ofréceles alimentos parecidos a los que comúnmente consumen en casa, para fomentar aceptación y afinidad por ellos.