Tegucigalpa. El alzhéimer es un desorden progresivo, degenerativo e irreversible del cerebro que causa debilitación, desorientación y una eventual muerte intelectual.
Cualquier adulto mayor con un problema de memoria que llame la atención debe ser evaluado y asistir a la Clínica de Memoria en el Hospital Escuela, Centro de Atención Integral al Adulto Mayor del Instituto Hondureño de Seguridad Social, la Clínica Geriátrica en el Hospital Mario Mendoza o cualquiera de los centros privados donde hay neurólogos y psiquiatras que puedan apoyar en un diagnóstico temprano de la enfermedad.
Según la Asociación Hondureña de Alzhéimer, al detectarse la enfermedad es necesario que se apoye al paciente con terapias no farmacológicas, entre ellas está la terapia ocupacional, en la que se utilizan diferentes actividades con propósito de ayudar a la persona a adquirir el conocimiento, las destrezas y actitudes necesarias para desarrollar las tareas cotidianas requeridas y conseguir el máximo de autonomía e integración a su círculo familiar y social. Con estas terapias no se quiere decir que se sustituirá la visita periódica con el especialista, sino más bien reforzar los vínculos afectivos y sociales del paciente a través de la estimulación de sus habilidades motoras.