Tegucigalpa, Honduras.- Si su pequeño prefiere jugar solo en el recreo o en casa, expresa temor ante la idea de interactuar con otros niños, tiene pocos o ningún amigo cercano y se queja de sentirse excluido o incomprendido, quizá socializar le esté representando un problema.
Para muchos niños, hacer amigos, sobre todo en la escuela donde se perciben alejados de su entorno más íntimo, representa un desafío. Mientras algunos parecen conectarse fácilmente con sus compañeros, otros tienden a experimentar ansiedad, inseguridad o dificultades para iniciar interacciones sociales. Es aquí donde los adultos involucrados se vuelven un instrumento de apoyo esencial.
Entre las causas comunes de la falta de socialización infantil destacan la timidez o la ansiedad social. Algunos niños se sienten inseguros al interactuar con otros y pueden necesitar tiempo para adaptarse a nuevas situaciones. Asimismo, la carencia de habilidades sociales juega en su contra muchas veces.
Y aunque las diferencias individuales, es decir, los intereses distintos o dificultades en la comunicación pueden hacer que un niño se sienta desconectado de sus pares, también inciden las experiencias negativas previas como el rechazo y el acoso escolar.
En ese sentido, el ambiente importa. Una cultura escolar poco inclusiva o la falta de oportunidades para socializar acaban mermando su sensación de bienestar.
Ayudarlos a identificar y superar las barreras que pueden estar limitando que su estadía en la escuela sea una oportunidad de empezar a forjar lazos de amistad es una prueba de amor que como padre debe asumir.

Estrategias para que socialicen más
Aunque cada caso será un caso a tratar de manera individual, hay patrones que puede implementar para apoyar a su hijo en su misión de conectar con otros niños.
Fomentar la confianza. Esfuércese por reconocer y elogiar los esfuerzos de su hijo por socializar, sin presionarlo. Moldee en él una actitud positiva y abierta en las interacciones diarias.
Enseñar habilidades básicas. Practicar cómo iniciar una conversación o integrarse a un grupo suele ser buena idea. Enseñar la importancia del contacto visual, la escucha activa y el respeto por los turnos al hablar es un deber suyo.
Proporcionar oportunidades. Organice reuniones o juegos con otros niños en casa o en el parque les dará confianza. Inscribe a sus pequeños en actividades extracurriculares donde puedan conocer a otros con intereses similares.

Brindar apoyo emocional. Muéstrese dispuesto a escuchar sus preocupaciones sin juzgarlos, ni a sus emociones. Ayúdelos a identificar ya superar pensamientos negativos sobre ellos mismos o sus capacidades sociales.