Este 20 de octubre se celebra el Día Mundial de la Osteoporosis. Una fecha que sirve para difundir información sobre esta enfermedad a la que no se le presta la debida atención, ya que los cuidados deberían empezar a prevenirla durante la infancia y continuar durante toda la vida.
La osteoporosis es una enfermedad del metabolismo del hueso que se caracteriza por la disminución de la masa ósea y deterioro de la arquitectura ósea, que conducen a la fragilidad del hueso con un consecuente incremento del riesgo de fracturas.
Esta enfermedad no produce síntomas que avisen del progresivo deterioro de la estructura ósea hasta que ya es muy tarde.
El diagnóstico se realiza fácilmente a través de una densitometría ósea que mide la densidad del hueso y la evaluación clínica por parte del especialista permitirá saber si esa persona debe seguir un tratamiento o no.
Una de las armas que se tiene para prevenir esta enfermedad es el fortalecimiento óseo en edades tempranas, de esta manera el riesgo de padecer osteoporosis en la adultez se reduce un 50%. Si bien, aunque los cuidados deberían comenzar en la infancia, es imprescindible reforzarlos después de los 50 años.
Las claves
1. Prevención.
La mejor forma de prevención es mantener una alimentación balanceada, rica en calcio (la mejor fuente de calcio son los lácteos) y vitamina D acompañada de actividad física y mantener hábitos de vida sana.
2. Prevalencia. La osteoporosis se presenta con mayor frecuencia en la mujer. Las mujeres se ven especialmente afectadas porque después de la menopausia la producción de estrógenos disminuye, por lo cual se altera el metabolismo del calcio en el organismo.