Un mensaje escrito en un pedazo de papel y la simulación de la portación de una pistola bastó para que un solitario ladrón obtuviera en cuestión de minutos dinero en efectivo procedente de una de las cajas de un banco en Las Vegas, Nevada.
Como si se tratara de la cosa más natural, el delincuente sacó un papel de su bolsillo y se lo dio al empleado. Éste lo leyó y, como si fuera lo más normal del mundo, empezó a darle fajos de billetes. Cuando juntó una suma considerable, el ladrón lo despidió y se fue caminando.
Todo fue tan espontáneo que ni siquiera pareció un robo. De hecho fue a cara descubierta, lo que podría facilitar la tarea de la policía.
Sin embargo, el atraco ocurrió el 2 de octubre a la mañana, y a dos semanas las autoridades no saben quién es el delincuente, ni dónde pueden encontrarlo.
El departamento policial de Las Vegas del Norte, Nevada, está pidiendo la colaboración del público para dar con su paradero.