Tegucigalpa, Honduras.- El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) es un adversor silencioso, no llama a la puerta, ni da señales de estar ahí; así perdura hasta que, un día, el avance de la enfermedad es tan grande que no se puede esconder más: fiebres, fatigas, dolores de cabeza e incluso sarpullidos comienzan a aparecer.
Esto es lo que sucede en la mayoría de los casos de pacientes con VIH, sin embargo, también existen las personas a las que su cuerpo les respondió de forma inmediata a la enfermedad y, por ende, pudieron detectarlo rápido.
Sin importar cuál sea el caso, la realidad es que el virus existe y se extiende como fuego en una zacatera. Según datos proporcionados por la Secretaría de Salud (Sesal) a través de la solicitud SOL-SDS-5092-2025, desde el 2019 hasta abril de 2025, solo en el Distrito Central se han registrado un total de 1,275 casos de VIH-positivo.
Los registros reflejan que, cada año, son más de 200 nuevas personas las que resultan con VIH-positivo, las únicas excepciones fueron en 2020, que solo reportó 109 casos y 2022 que registró 184, los demás años, la cifra se ha mantenido arriba de los dos centenares.
El 2025 parece ir en el mismo camino, ya que solo en los primeros cuatro meses del año (de enero a abril) 80 personas ya han sido detectadas con el virus, es decir, un promedio de 20 casos por mes.
De seguir la tendencia, es probable que el año cierre con unos 240 casos. Cabe resaltar, que esta cifra solo toma en cuenta los casos comprobados por una prueba.
Sin embargo, hay una gran cantidad de personas que son asintomáticos –no se dan cuenta que tienen la enfermedad– y otros que, aunque si tienen los síntomas, se niegan a realizarse la prueba.
Para Xiomara Bu, coordinadora de la Asociación Foro Nacional de VIH-SIDA (Forosida), la razón principal de que esta cifra no se reduzca, es la “falta de combatir o contrarrestar el impacto del estigma y la discriminación en la sociedad”.
“Tú puedes ver que en un centro de salud se está haciendo una actividad de prevención, se le está enseñando a la población como se usa el condón, por ejemplo, y la gente no se acerca, ¿por qué no se acercan? por los tabúes, por los prejuicios, no digamos en lo que es VIH, que la gente ya tiene instalado en la mente que es una enfermedad que solo padecen los homosexuales o transexuales”.
Este tipo de situaciones terminan recayendo en una sola cosa: las personas se rehúsan a ir a realizarse la prueba de detección, pues muchos temen que, en caso de salir positivos, la sociedad los juzgue, pierdan sus empleos o su familia y amigos los abandonen.
Pruebas realizadas en los últimos años
Según los registros de la SESAL, desde el 2018 hasta abril de 2025, se han aplicado un total de 154,465 pruebas de VIH en el Distrito Central. No obstante, cada año, la cantidad de test que se aplican son menos.
Al cierre de 2018, por ejemplo, se aplicaron un poco más de 25,000 pruebas de VIH en diferentes puntos de Tegucigalpa y Comayagüela, y, aunque la tendencia debería apuntar al crecimiento, ya que esto indica aceptación en la sociedad, para 2019 la cifra decayó a 17,000.
La disminución continuó impactando en el 2020, ya que este año, solo se realizaron 14,000 test. Es decir que, solo en estos tres años, el decrecimiento fue de al menos 11,000 pruebas.
A partir de 2021, la cantidad de pruebas aplicadas tuvo subidas y bajadas. El 2024, en especial, registró un aumento significativo, ya que reportó un total de 35,728.
Mientras que, hasta el mes de abril de este 2025, la Secretaría de Salud ya registraba 10,451 test, que es equivalente a 2,600 pruebas por mes.
Según Bu, coordinadora de Forosida, Tegucigalpa es uno de los puntos del país donde más pruebas de VIH se aplican, ya que “hay mayor accesibilidad para realizarse pruebas”, en comparación con otros puntos del país.
Según Bu, estas pruebas solo se pueden hacer si la persona en cuestión está de acuerdo con ello, ya que “son de carácter voluntario”, por lo que no se le puede exigir a nadie que se la aplique obligatoriamente. “Lo único que sí se da una pre-consejería y una pos-consejería, todo eso está establecido en la reforma”, aclaró la coordinadora.
Medidas
La mayor parte de la población afectada por el virus es del género masculino, ya que de los 1,275 casos contabilizados, al menos 1,005(el 79%) se trata de hombres, mientras que, los 270 restantes son mujeres. Esto quiere decir que, los hombres son una población clave a la que se debe de priorizar en medidas de prevención.
EL HERALDO se comunicó con la Cruz Roja Hondureña, para saber que tipo de medidas utilizan para ayudar a reducir la expansión del virus en el país. Según sus explicaciones, cuentan con algunos lineamientos que establecieron en alianza con la Federación Internacional.
Una de sus principales metodologías es “Juntos sí Podemos”, un proyecto que tiene como fin alcanzar la mayor cantidad de personas para hablarles sobre prevención, reducir el estigma y la discriminación para las personas contagiadas.
“Se proporcionará apoyo a personas que viven con VIH a través de visitas a los hogares, se reforzarán capacitaciones a voluntarios en prevención, tratamiento, cuidado y apoyo (...) se establecerá coordinación con centros de salud así como ONGs para asegurar cuidados médicos y apoyo social para personas que viven con VIH”, dicta uno de los lineamientos de la institución.
La coordinadora de Forosida, por su parte, llamó a las autoridades del país a prestarle más atención a los pacientes de VIH, ya que “hay adultos mayores con VIH a los que hay que hacerles accesibles los medicamentos, no podemos olvidar a la población con discapacidad. El VIH hay que abordarlo en toda su interseccionalidad”.