Mientras hay vida, hay esperanza.
Así lo demostraron decenas de niños capitalinos al lanzar al cielo más de 100 globos de color azul profundo desde la emblemática plaza Central, en ocasión de celebrarse el Día Mundial de la Concienciación del Autismo.
La Asociación Hondureña de Apoyo al Autista (Apo-Autis), bajo el lema “Amando y ayudando a otros nos encontramos nosotros mismos”, realizó este evento, que reunió a personas que enfrentan esta condición, al igual que a artistas.
La celebración de esta fecha la determinó la Asamblea General de las Naciones Unidas, en la resolución 62/139, el 18 de diciembre de 2007, con el objetivo de mejorar las condiciones de vida que enfrentan las personas, niños y adultos, que adolecen este trastorno.
Importancia
El autismo es una discapacidad permanente del desarrollo que se manifiesta en los tres primeros años de edad.
Los síntomas son incapacidad para la interacción social, el aislamiento y las estereotipias o movimientos incontrolados de alguna extremidad, generalmente las manos.
Según el director de Apo-Autis, Adolfo García, es un problema tanto a nivel mundial como local, por lo que se deben tomar medidas como crear centros o entidades que atiendan las necesidades de quienes padecen este mal.
Aunque en Honduras no existen estudios sobre qué porcentaje de la población sufre esta disfunción cerebral, la asociación estima que de cada 500 habitantes uno tiene autismo. Es decir que, de acuerdo a los 8.3 millones de habitantes que hay en el país, 16,500 padecen autismo.
“Se lucha porque las personas con autismo tengan acceso a la educación, mejoren sus condiciones sociales y no se queden marginadas. Hay que prestar cuidado en los niños a manifestaciones como rechazo a los abrazos, la autoagresión y resistirse a los cambios de rutina, entre otras cosas”, declaró García.
Esta condición se presenta más en niños que en niñas: por cada 10, siete niños están expuestos al autismo, y solo 3 niñas.
